Los peregrinos del Señor Cautivo de Ayabaca salen desde diferentes puntos del país, especialmente desde Piura, y caminan varios días para llegar a ver y agradecer al santo. Su peregrinación se hace más difícil cuando llegan a subir cerros y zonas agrestes para llegar hasta su destino.
Durante el recorrido, sobre todo por las zonas difíciles, los caminantes encuentran botellas de plástico vacías, metidas entre palos y ramas.
De acuerdo a La Voz de Piura, las botellas de plástico son dejadas por los mismos peregrinos que conocen la ruta, para que los demás no se pierdan. Solo así se pueden guiar y no caer en caminos peligros que atenten contra su integridad física.
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El alcalde provincial de Ayabaca, Darwin Quinde Rivera, señaló que la festividad ha congregado alrededor de 100.000 visitantes, entre turistas nacionales y extranjeros. Además de peregrinos provenientes desde Tumbes hasta Tacna, así como de otros países vecinos.
Indicó que se habría generado un ingreso económico a las familias ayabaquinas de, aproximadamente, 25 a 30 millones de soles.