El espíritu emprendedor no conoce fronteras, y un venezolano en Perú es la prueba viviente de ello. Tras emigrar de su país natal, este hombre decidió reinventarse y cambiar de rubro, al pasar de vender las tradicionales arepas, a ofrecer uno de los platos más emblemáticos de la gastronomía peruana: los anticuchos.
Los venezolanos que llegaron a Perú trajeron consigo sus sabores y tradiciones, como las arepas y la tizana, dos de los productos más reconocidos que empezaron a ofrecer en diversos rincones del país. Sin embargo, en un giro inesperado, un extranjero decidió dejar atrás la venta de sus productos y se aventuró a incursionar en la preparación y venta de anticuchos, un plato que ha conquistado el paladar de los peruanos desde hace siglos.
Este inmigrante, que ahora se encuentra en una esquina del Mercado Central de Lima, no dudó en adaptarse a las preferencias locales y ofrecer algo que le permitiría conectar más con la cultura peruana. Con una espátula en la mano y una gran sonrisa, atiende a sus clientes mientras les sirve porciones de anticuchos recién preparados, con lo que se gana la simpatía de quienes lo visitan.
Para aquellos que aún no lo conocen, los anticuchos son uno de los platillos más representativos del Perú. Se trata de brochetas de carne, tradicionalmente de corazón de res, marinadas con una mezcla de ají panca, ajo, vinagre, y especias, que luego se asan a la parrilla. El resultado es un plato lleno de sabor y aroma, que se sirve generalmente con papas doradas y choclo.
Los anticuchos han sido parte de la cultura gastronómica de Perú desde la época virreinal, y su preparación ha pasado de generación en generación. Hoy en día, es común encontrar puestos de anticuchos en diversos puntos de las ciudades, especialmente en las noches, cuando el aroma irresistible de la carne asada atrae a los transeúntes.
El extranjero decidió reinventarse e incursionar en la venta de anticuchos. Foto: composición LR/TikTok
El venezolano que decidió cambiar las arepas por los anticuchos encontró en el Mercado Central de Lima el lugar perfecto para su nuevo emprendimiento. Este lugar es conocido por ser un punto neurálgico de la ciudad, donde confluyen miles de personas diariamente en busca de productos frescos y comida tradicional.
Con dedicación y esfuerzo, el nuevo vendedor ha logrado captar la atención de los clientes que frecuentan el mercado. Muchos destacan la calidad de su producto y la simpatía con la que atiende a cada uno de sus comensales. Su puesto, aunque sencillo, ha ganado popularidad en la zona, y cada día son más los que se acercan a probar sus exquisitos anticuchos.
“El trabajo honesto y honrado, siempre será admirado”, “Hay venezolanos que merecen estar en nuestro país”, “La cosa es que trabaje y salga adelante”, “Yo he visto un chamo joven vender cosas de la sierra y hablar quechua en Lima”, “Es increíble la actitud de una persona cuando quiere salir adelante honradamente. Felicidades y bendiciones”, escribieron algunos usuarios en las redes sociales.
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