Maritza Espinoza/ -¿Cuál es tu balance de tus tres Cholos? Es el hijo que a mí me ha puesto donde estoy, el que me dio a conocer como productor musical y el que me ha dado mayores logros en mi carrera. -¿Y qué esperas de este último Cholo? Es un disco bien vanguardista. Está muy actual. Para hacerlo, necesité paz e investigación. Por eso lo hice afuera... -¿Con este sí llegas al Grammy? Espero, espero, espero. -En categoría World music, supongo... Sí. Antes no sabían dónde poner mi música. Era tan experimental que no tenía ningún rubro. Por eso acá fui bien claro: Cholo world music. -Se sabe poco de cómo comenzaste. ¿Vienes de una familia de artistas? Mi madre biológica, que se llama Luisa Fernanda, era modelo y actriz conocida en los setenta. Se fue del Perú el 73. Y mi padre ha sido productor de cine y de publicidad. Por ahí viene un poco la vena artística. Y yo comencé a trabajar como ingeniero de sonido, en el estudio de mi padre, a los 15 años. -¿Nunca estudiaste otra cosa? Publicidad, para complementar, porque yo hacía música para comerciales de televisión, y estudié comunicación para entender a los publicistas (risas). -Y ahora eres un personaje, no solo de la música, sino hasta de la farándula… Yo no era de la farándula hasta hace poco. Creo que Latino me empujó un poco hacia eso. El público del Cholo soy era, aunque yo no lo quisiera, un poquito más elitista. Latino era más abierto y yo me quería dirigir a todo tipo de público. -¿Tú tenías el sueño de la fama? Nada. Es más, yo pensé que a Cholo soy no lo iba a oír nadie, lo lancé por una cuestión experimental. Un poco como… ¿qué les iba a dejar a mis hijas? Ni idea de la transcendencia que iba a tener. -Pero todo artista busca reconocimiento, ¿no? Yo no. Yo buscaba la expansión de la música peruana. No me gusta mucho la exposición mediática. Yo me fui del Perú por un año y una de las razones fue que me afectó tanta exposición a partir de mi relación con Erika (Beleván). Allí explotó la cosa mediática. No estaba preparado. -Es increíble que tú, cuajado en esto, no estuvieras preparado para eso... No, porque yo no buscaba eso. Hay gente que no hace nada y está en la farándula… Yo estaba enfocado en la música. -La fama es un riesgo de ser artista. Mucha gente, algunos medios, me acusaron de que yo usaba esto mediáticamente, para vender discos, pero nunca lo usé. Y cuando yo tengo mi relación con Erika, no había lanzando ningún disco. Latino ya tenía año y medio y no tenía ni idea si iba a lanzar Cholo soy 3. No estaba promocionando nada. -¿Cómo te sentiste? Tuve varios sentimientos. Al comienzo me abrumó mucho. -¿Fue lo que afectó el vínculo? No. Erika está totalmente acostumbrada a esto, sabía manejarlo. Yo simplemente tuve que esconderme. Tomé la decisión de hacer mis cosas afuera por un año. Después ya lo asimilé, aprendí y ahora no tengo ningún problema. -Vi que el otro día saliste en un ampay. Sí, me ampayaron en Máncora bailando y no tengo ningún problema. Me río, ya no me afecta. Yo venía después de un año difícil en Estados Unidos, donde extrañaba mucho a mis hijas y a mi país, pensando en no esconderme más. Tengo derecho a divertirme, soy soltero. -¿Soltero en búsqueda? No, soltero simplemente (risas). Salgo obviamente con amigas. No voy a esconderme tampoco. Si me ves cenando con alguien, una u otra, no me importa… -No te cuidas de la prensa. Obviamente no fue tan bacán que me vean bailando así… (risas). Era una fiesta privada, supuestamente, pero pasa. -Como artista, ha habido como un refinamiento en tu imagen, ¿no? Yo nunca voy a hacer un disco o voy a hacer algo que a mí no me gusta. Y ahí va el tema de la imagen también. A mí me encantó, desde chibolo, usar terno. En los quinceañeros yo era feliz. -Casi fuiste galán de Carmín, actuaste en una telenovela. ¿Te llama actuar? Hice de todo en el último año. Animé un programa de televisión, bailé en 'El Gran Show', hice cosas que jamás imaginé. Y no quería en un principio, pero accedí, porque los medios te lo demandan y es como parte de. Y eso que he perdido muchas dotes para el baile con los años. -Según he visto en el video, me parece que no (risas). Allí me muevo, porque estoy divirtiéndome, pero creo que soy pésimo bailarín, y yo era muy bailarín de chico. Hacía el break dance, imitaba a Travolta igualito. Me gustaba bailar y 'El Gran Show' me dejó traumado con el baile. Después de eso, no bailé creo que un año en fiestas. -¿Tan duro fue? En serio. Porque eso de que te juzguen después de un baile… Y encima tuve la mala suerte de cortarme la cara y me descalificaron después. Aparte, para la tecnocumbia soy pésimo. Me dejó un poco traumadito. Ahora, con el video de Máncora, más traumado todavía. No voy a bailar más en mi vida (risas). -¿Tú sientes que has tenido ya tu ridículo terapéutico? Mi mayor ridículo ha sido lo de Máncora (risas). Ya con eso tengo carta libre para cualquier cosa. Más abajo que eso, imposible (carcajada). LA FICHA Soy Jaime José Cuadra Fernández. Nací en Lima hace 41 años. Comencé a hacer audios publicitarios a los 15 años, en el estudio de mi padre. He ganado varios premios en ese rubro. A los 16 armé mi primera banda de rock, Graffitti. Hice un par de discos, hasta que saqué Cholo soy; luego, Cholo soy-La valse Creole, y el próximo 28 lanzaré Cholo, el tercer y último disco de la serie que me ha dado grandes logros.