En los últimos años, miles de venezolanos han llegado a Perú con la esperanza de encontrar un futuro mejor. Tal es el caso de Wolfang Molina, un emprendedor nacido en Venezuela que hoy en día tiene su propia franquicia de comida típica de su país de origen. Si bien, en la actualidad tiene mucho éxito en Lima, lo cierto es que cuando llegó a tierras peruanas no tenía dinero. Conoce cómo logró adquirir dos locales y convertirse en un emprendedor exitoso a través de su arduo trabajo y perseverancia.
La franquicia de comida venezolana Molina se especializa en tequeños, pasteles y empanadas, así como en mandocas y pasapalos. Aunque hoy en día este restaurante tiene su sede en los distritos de Chorrillos y Breña, lo cierto es que el emprendedor tuvo un comienzo muy difícil en Lima.
"Había llegado con poco dinero, porque literalmente llegué, pagamos. Llegamos dos primos, mi hermano y yo pagamos la habitación y el internet. Compramos un colchón, éramos cuatro y decíamos: 'Bueno, nos vamos a turnar en el colchón, dos un día, dos otro día'", declaró para el canal de YouTube Oswarditox y Papá Pituco.
Tan pocos recursos económicos tenía que, incluso, no podía alimentarse bien.
"Tenía una amiga que me prestó 20 soles para ese entonces, y es como que me hubiese prestado 2000 soles porque solo comimos pan con jamonada", indicó.
Wolfang al llegar a Lima estuvo en diversos trabajos, pero como quería un negocio propio, decidió emprender con su amiga, quien ahora es su socia.
"Trabajé en varios lugares. Con mi socia, un día hablando con ella le dije ¿por qué no abrimos algo de comida?, y fuimos buscando una idea qué podíamos vender, tequeños, pasteles, hace casi 6 años", detalló.
El menú que ofrece Tentaciones. Foto: Oswarditox y Papá Pituco/Youtube
'Tentaciones' hoy en día goza de bastante éxito no solo en el público venezolano, sino también en el peruano.
"Un diferencial a la gastronomía peruana es que usamos masa, queso, fritura, es algo nuevo para ellos y que de verdad que les encanta. Obviamente, porque, bueno, no es por desprestigiar el tequeño peruano, pero el tequeño venezolano tiene su sabor, pues", remarcó.
El visado de transeúnte familiar venezolano tendrá una vigencia de 1 año, lo que le permite múltiples entradas y sin restricciones de permanencia en el país. La prórroga deberá solicitarse al Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz al menos 2 meses antes de su vencimiento.