En un tradicional festival de Chota, en la región Cajamarca, decenas de propietarios de cuyes decidieron vestir elegantemente a sus roedores y unirlos en matrimonio. Un ciudadano ofició de celebrante, hizo, al igual que una ceremonia formal, los votos y consultó si existía oposición.
"Según el código civil, los caso, los registro en el libro de matrimonio y que su unión sea hasta que el cuchillo los separe", mencionó el responsable de la celebración. A cada flamante pareja le deseó tener 500 descendientes. En este evento también hubo un certamen de exhibición.