Hace varios años, todos los teléfonos inteligentes venían con baterías extraíbles, es decir, eran equipos donde podías retirar este componente y cambiarlo por otro en segundos. Sin embargo, con el pasar del tiempo, las marcas tecnológicas como Samsung, Motorola, Huawei, entre otras, decidieron apostar por los smartphones con un diseño unibody, los cuales se caracterizan por ser una sola pieza que no puede abrirse.
En la actualidad, los celulares con baterías removibles no han desaparecido del mercado, ya que todavía quedan empresas que los fabrican. El único problema es que dichos teléfonos suelen pertenecer a la gama de entrada, es decir, son equipos muy económicos y con especificaciones bien básicas. Los modelos de gama media, alta y premium, por lo general, cuentan con un diseño unibody.
Las personas que tenían un smartphone con estas características, por lo general, tenían más de una batería, las cuales podían cambiar cuando querían. Esto evitaba que esperaran varias horas mientras cargaba su celular, solo tenían que abrir la tapa del equipo, sacar la pieza desgastada y poner la que tenía energía. Con los celulares unibody, esta práctica es imposible, ya que solo un técnico puede sacar dicha pieza.
Otro punto a favor de los teléfonos con batería removible es que podías reiniciarlos fácilmente cuando se colgaban. En aquel entonces, era bastante común que los celulares, incluso los de famosas marcas, queden congelados por algún motivo. Para remediarlo, los usuarios simplemente tenían que sacar la batería y volverla a poner. De esta forma, forzaban el reinicio del equipo que prendía como nuevo.
Finalmente, otra ventaja de los smartphones con batería extraíbles es que las personas no gastaban mucho en reparaciones. Actualmente, cuando un teléfono presenta problemas de autonomía, la mayoría lo lleva a un técnico que suele cobrar altas sumas de dinero por cambiar la pieza dañada. Antes solo comprabas una batería nueva (de preferencia original) y la reemplazabas con la vieja.
Una de las desventajas de los teléfonos con batería extraíble es que tienen un diseño más robusto. Gracias a que las marcas se inclinaron por los equipos unibody, ahora tenemos celulares más delgados y livianos. De igual manera, en los smartphones modernos el cambio constante de batería evita que los usuarios terminen dañando los conectores o algún componente interno.
Aunque había algunas excepciones, la mayoría de teléfonos con batería removibles no eran resistentes al agua, por lo que esa sustancia podía mojar muy fácil los componentes principales. Los celulares modernos no tienen ese problema, ya que muchos cuentan con certificaciones que los hacen resistentes, no solo al ingreso de líquidos, sino también al polvo.