Hoy en día, es posible encontrar a millones de usuarios de teléfonos inteligentes en todo el mundo. Sin embargo, a raíz de que uno manipula con frecuencia el dispositivo móvil, el mismo se encuentra expuesto a posibles caídas, rayaduras y golpes de un momento a otro. ¿Tu pantalla parece dañada? En esta nota te enseñamos a saber si el componente del equipo se ha visto comprometido o si solo es el protector de vidrio el que terminó dañado.
Es importante que tengas en cuenta que en caso de visualizar una rajadura, no saques conclusiones precipitadas, porque el glass que recubre la parte frontal del equipo se ha diseñado para protegerlo de muchos incidentes.
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La lámina de vidrio templado es la pieza que los usuarios tocan de forma directa y frecuente en sus smartphones y cumple el propósito de proteger la pantalla principal. Así, suele fabricarse con álcali-aluminosilicato, que actúa como una capa de seguridad física.
Diferenciar el accesorio del componente es una práctica muy sencilla de llevar a cabo, aunque te parezca lo contrario. En general, es fácil identificarlo gracias a una rajadura, ya que si el teléfono continúa ejecutándose con normalidad, entonces solo necesitas un cambio del protector.
Sin embargo, si notas que hay zonas que no se prenden o surgen rayas verticales que no te dejan ver los contenidos de tus apps, quiere decir que el problema incluso es interno. Lo mismo pasa con la función touch que dejará de funcionar como debería.
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En caso de que optes por retirar la capa protectora, procura hacerlo con un técnico especialista, porque podrías realizarlo mal y terminarás por dañar la pantalla del equipo.