Desde hace algunos años, marcas como Realme, Xiaomi, Oppo, entre otras, están apostando por añadir carga rápida en sus teléfonos inteligentes, sobre todo en aquellos que pertenecen a la gama media y alta. Gracias a esta nueva tecnología, que cada día mejora, los celulares ya no tienen que pasar horas conectados a la corriente, ya que sus baterías se llenarán al 100% de su capacidad en un menor tiempo.
Actualmente, los fabricantes de móviles ofrecen diferentes velocidades de carga rápida. Las más altas (100 W en adelante) suelen estar presentes en los equipos más costosos, los cuales suelen venir con un cargador especial que se caracteriza por ser ligeramente más pesado y por tener un tamaño mayor que el convencional. ¿Puede utilizarse para cargar otros dispositivos? Aquí podrás conocer la respuesta.
Aunque no lo creas, una de las preguntas más frecuentes sobre los cargadores de carga rápida es si pueden utilizarse para cargar teléfonos inteligentes que no cuenten con esta tecnología. Muchas personas aseguran que no es recomendable, ya que el smartphone podría sobrecalentarse por la potencia, al punto de que es posible que estalle. ¿Qué tan cierta es esa información? Aquí vamos a revelarte la verdad.
Según detalla El Androide Libre, un portal especializado en tecnología, un teléfono sin carga rápida no va a explotar por usar un cargador con una gran potencia, tampoco se va a sobrecalentar demasiado. Esto, debido a que los smartphones (Android y iPhone) cuentan con un mecanismo interno que no les permite tomar más corriente que la necesaria.
De acuerdo a la publicación, si tu teléfono inteligente solo acepta una carga máxima de 65 W, por más que utilices un cargador de 120 W, no va a cargar más rápido, lo seguirá haciendo a su velocidad habitual. De esta manera, queda descartada la teoría que asegura que un dispositivo móvil explota cuando se usa un cargador de más potencia al que está acostumbrado.
Vale resaltar que tampoco habrá problemas si estás en la situación contraria, es decir, si utilizas un cargador de 30 W en un teléfono que soporta cargas ultrarrápidas (180 W, por ejemplo). Lo cargará tranquilamente, el único problema es que no lo hará tan rápido a como estás acostumbrado, sino que irá a una velocidad mucho menor.