El futuro es ahora. Si bien los robots están aún lejos de lo que hemos visto en algunas películas de ciencia ficción, lo cierto es que su evolución en la vida real es comúnmente ignorada. ¿Sabías, por ejemplo, que una de las aplicaciones más interesantes de la robótica es la cocina? Así lo está demostrando un singular autómata recién revelado por una prestigiosa casa de estudios, que está diseñado para probar tu sazón y decirle qué le falta a tu receta.
La hazaña es mérito de un grupo de investigadores científicos de la Universidad de Cambridge, quienes han desarrollado este robot en convenio con la marca de electrodomésticos Beko.
El objetivo del robot no ha sido otro que el de probar alimento, con el objetivo de poder conocer los sabores más a profundidad y con un alcance más técnico y exacto. Por supuesto, hay toda una ciencia detrás de las papilas gustativas, pero este grupo de científicos parece haber dado con el rumbo correcto.
Para que nosotros los humanos podamos saborear bien un alimento, no nos bastará con apenas tocarlo con nuestra lengua y degustarlo lentamente. También será necesario masticarlo, ya que esto hará que liberemos más saliva y encimas digestivas que transforman esas señales de sabor.
Cada alimento puede liberar distintos químicos o estimulantes que son recibidos en el cerebro y todo este proceso, inspirado en nuestro sistema digestivo y nervioso, es el que le ha servido a los científicos mencionados.
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El estudio ha sido publicado en la revista Frontiers in Robotics and AI, pero todavía está en una fase temprana. El robot incluido en el experimento solo puede medir la cantidad de sal, pero se desarrollarán sensores para otro tipo de elementos.
Pese a que los robots no realizan una acción muy similar a la saborización, el resultado final es casi el mismo que en los seres humanos: detectar el nivel de salinización. El autómata, por supuesto, no es capaz de masticar, palpar, paladear ni mucho menos detectar el calor de lo que ingiere.
Esto último, aunque una limitación, también sería una ventaja ya que se le puede introducir todo tipo de alimentos en diferentes estados como solidos, líquidos, etc.
El proyecto aún está en proceso de desarrollo y se espera que se convierta en un robot doméstico comercializado en el futuro, donde cada usuario pueda configurar sus propios niveles deseados y usar al androide para siempre alcanzarlos en sus comidas.
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Durante la última semana, una de las más recientes creaciones en el territorio nipón se ha popularizado en las redes sociales, debido a su gigantesco tamaño y a su peculiar diseño. Al mismo estilo de Wall-E, el famoso robot de Disney y Pixar que protagonizó su propia película, un nuevo ejemplar está siendo utilizado para dar mantenimiento al sistema japonés de electrificación ferroviaria, y ha logrado reparar ciertas vías de tren malogradas o antiguas.
A diferencia de otros robots, este no opera con inteligencia artificial, sino que está controlado por un ingeniero desde una cabina o también desde un aparato similar a gafas de realidad virtual para controlar el movimiento. En su cabeza se ubican las cámaras con las que el trabajador puede ver mejor las piezas y elementos que va a mover y solucionar. Por otro lado, los brazos se controlan a través de unos mandos que brindan retroalimentación inmediata para poder tener una mejor orientación en la obra.
Los fabricantes de este robot, West Japan Rail Company, Human Machinery y Nippon Signal, han compartido diversos videos del androide elevando partes de una pesada estructura de la catenaria. A continuación, puedes tener un mejor vistazo: