Los dispositivos electrónicos suelen funcionar con baterías de iones de litio; sin embargo, en un futuro, algunos aparatos (como los lentes de contacto inteligentes) podrían usar baterías que no necesiten electricidad para cargarse, sino lágrimas humanas. Aunque no lo creas, unos científicos asiáticos están trabajando en este proyecto y acaban de presentar su primer prototipo que es tan delgado como una córnea.
Según detalla Andro4all, un portal especializado en tecnología, un grupo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Nanyang (NTU), ubicada en Singapur, desarrolló una batería extremadamente fina (0,5 milímetros de grosor) que puede recargarse si entra en contacto con líquido salino, ya sea uno embotellado (suero, por ejemplo) o las lágrimas que derrama un ser humano cuando llora.
PUEDES VER: ¿Por qué explotaba el Galaxy Note 7, el teléfono que Samsung tuvo que retirar del mercado?
De acuerdo a la publicación, el proyecto desarrollado en Singapur está hecho de materiales biocompatibles y no presenta ningún material tóxico para las personas, por lo que un ser humano puede entrar en contacto con los globos oculares. Los especialistas sostienen que este invento es capaz de producir una corriente de 45 microamperios y que tiene potencia máxima de 201 microvatios, energía suficiente para un lente de contacto inteligente.
Los investigadores aseguran que los lentes de contacto inteligentes suelen utilizar un sistema de carga que requiere de electrodos metálicos, los cuales tienden a entrar en contacto con los ojos de las personas, pese a que pueden ser nocivos. Para remediar este problema es que decidieron investigar un material que no sea tan peligroso para el ser humano.
“Esta investigación empezó con una simple pregunta: ¿se pueden recargar las pilas de las lentillas con nuestras lágrimas? Había ejemplos similares de baterías que se recargan solas, como las de tecnología portátil que se alimentan de la transpiración humana”, señaló Lee Seok Woo, director del estudio.