Para muchos sigue siendo un concepto confuso. La web3 o web 3.0 ha conseguido captar el interés de miles de usuarios y es entendida como una versión descentralizada de internet desarrollada en la blockchain (traducida en español como cadena de bloques), la tecnología que se emplea en las criptomonedas y NFT.
Los primeros años de internet pueden ser considerados como la web 1.0: páginas web y servicios que solo funcionaban en una dirección. Los usuarios se limitaban a utilizar esos servicios online.
Por su parte, la web 2.0 es el siguiente paso, en donde las personas ya son capaces de personalizar esas plataformas, crear las suyas y colaborar con socios en proyectos digitales. Sin embargo, es un escenario en donde la concentración de la riqueza creada se reúne en un grupo cerrado de oligarcas de la tecnología, mientras que la privacidad y la libertad de expresión fueron afectadas.
En este caso, la web 3.0 o web3 es significada como una internet en donde se accede a la red sin navegador, mediante diversos dispositivos. Una realidad que propone que los individuos sean propietarios absolutos de sus datos e identidad. Además, se innovará para adoptar la práctica de la descentralización como eje central.
Y aunque varios empresarios ya apuntan a diseñar y construir las tecnologías para involucrarse en la web3, todavía persiste un intenso debate sobre la posibilidad de que el poder de internet resida en los cibernautas y no en las empresas que arriesgan constantemente su capital. Hay quienes consideran que la influencia que ejerce la red no puede ser gestionada por un reducido número de inversores.
Y sobre este aspecto, referentes del rubro tecnológico han anunciado sus posturas. En primer lugar, Jack Dorsey, cofundador y hasta hace poco CEO de Twitter, declaró: “No son dueños de la web 3. Nunca escapará a sus incentivos. Al final es una entidad centralizada con una etiqueta diferente″. Así indicó que los negocios con capital en riesgo ya se involucraron en el mercado.
Este diagnóstico generó miles de respuestas. El CEO de Tesla, Elon Musk, no tardó en pronunciarse al respecto, y consultó si alguien había visto la Web3, a lo que Dorsey contestó que “está en algún lugar entre la a y la z”. Con ello dio a entender que está supervisado por la empresa fundada por Marc Andreessen y Ben Horowitz, Andreessen Horowitz.
Anteriormente, Musk hizo referencia al tema cuando compartió un clip de TikTok en el que David Letterman cuestionó a Bill Gates por su idea sobre el futuro de internet. Su intención era evidenciar el plano todavía lejano que supone el metaverso. Luego, hizo una aclaración sobre la web 3 en una entrevista con The Babylon Bee: “No estoy sugiriendo que sea real, pero parece más marketing que una realidad ahora mismo. Solo me pregunto cómo será el futuro dentro de 10, 20 o 30 años: el 2051 suena muy futurista”, sentenció.
Fuera de las discusiones que surgen en las redes sobre este caso, el creciente negocio de los NFT y el éxito de las redes blockchain Ethereum vienen siendo una serie de evidencias notorias de este crecimiento exponencial del nicho de mercado en cuestión. Por ello, las empresas deciden invertir en el desarrollo de aplicaciones y videojuegos para esas plataformas.
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Adicionalmente, en un tuit posterior, Dorsey quiso esclarecer sus palabras y enfatizó nuevamente que, para él, el problema son las empresas de capital riesgo y no las personas. También compartió un meme que refleja cómo las empresas se enriquecen con la web3.