La ‘novia’ de Johnny Orozco en la serie ‘Nèctar en el cielo’ está en franco ascenso como actriz, pero para buena parte del público ella sigue siendo la chica que se hizo popular con un comercial de telefonía. La ‘novia’ de Johnny Orozco en la serie ‘Nèctar en el cielo’ está en franco ascenso como actriz, pero para buena parte del público ella sigue siendo la chica que se hizo popular con un comercial de telefonía. Por Juan Álvarez Morales. Foto: Arturo Pérez. –¿Carolina, ¿te siguen preguntando por dónde será el próximo concierto de La Rica Miel? –Buen punto. Esa fue una etapa muy bonita de mi carrera y siempre la recuerdo, pero ahora que lo dices más me llaman ‘Guadalupe’, sobre todo luego de que repitieran la serie ‘Vírgenes de la cumbia’. –¿Y eso es bueno o malo? –Es bueno que te vayan reconociendo por el nuevo personaje. –Sobre todo después de un comercial de tanto impacto... –Sí, porque casi nadie se acuerda de que empecé en las series ‘Misterio’ y ‘Lobos de mar’, aunque el comercial me llevó a ‘Vírgenes...’. –Y a la fama. –Sí. Fue bueno porque permitió que la gente conociera mi trabajo, que yo no era una improvisada, y que pasé tiempo luchándola. –Aunque ya no te han llamado para otro comercial... –Por ahora no. Tal vez hasta que la gente se olvide un poco más... Pero, definitivamente, La Rica Miel siempre va a existir. –Así lo dicen varias combis... –Sí, sí. Algunos han escrito ‘La Rica Miel II’ y otros, más bien, ‘La Rica Hiel’. ¿Yo? Encantadísima. –Bueno, ‘Vírgenes...’ no hace otra cosa que explotar ese mundo de la cumbia y ascenso popular... –Claro, y me han preguntado si temo que me encasillen, sobre todo ahora que estoy en la miniserie de Néctar, pero en realidad no me da miedo eso porque son personajes diferentes. –Aunque, de hecho, en una televisión tan racial, siempre que necesiten una chica de tipo ‘nueva limeña’ te llamarán... –Sí, como la chica de barrio, pero es porque así es la realidad, y lo que la gente quiere ver. –Pensaba en la imagen de personaje de look andino con el que se ‘condenó’ a Reynaldo Arenas... –En mi caso no será así. Yo trataré de ganarme otros personajes. –No digo que esté mal asumir esos personajes, sobre todo ahora que la televisión los busca más... –Exacto. De pronto se volteó la tortilla y hoy se imponen los rasgos peruanos e historias populares. –Económicamente, ¿las cosas han mejorado para ti? –Sí. Ten en cuenta que cuando comienzas ganas por ‘bolos’ y avanzas a medida que tomes un rol secundario o un protagónico... –Sin duda, el comercial hizo subir tu cotización... –Sí. Es que vas aprendiendo. A principios no sabes cuánto se cobra. Es más, a veces haces cosas por amor al arte; pero uno necesita pagar sus cuentas, sus comidas. –Pero no has llegado a mudarte a un distrito más residencial... –No. Vivo con mis padres en Jesús María y estoy bien con ellos. Siempre uno necesita mudarse a un lugar más grande, pero por ahora tenemos otras prioridades. –Imagino que lo que sí piensas es invertir en estudios... –Sí. Quiero estudiar canto. –Porque en ‘Vírgenes...’ todo fue play back... –Sí. Las voces eran de Maricarmen (Marín) y Marisela (Puicón). Recién para la gira de ‘Vírgenes...’ grabamos una sola canción. –¿Por qué una actriz con aspiraciones termina aceptando realizar espectáculos de cumbia? –Para mí fue algo diferente, como parte de la experiencia. Quería saber cómo era ese mundo. –Y qué se sentía al vestir ropa tan diminuta... –La nuestra no era tan menuda. Si no, me hubiera dado roche. Para mí fue una experiencia gratísima ver cómo la gente me confundía con el personaje de la serie. –Nadie como tú para dar fe de cómo lo ficticio se torna real... –¡Sííí...! Hasta ahora hay gente que, por el comercial de La Rica Miel, me dice que no sabía que mi abuelito tocaba en una banda.