
Desde hoy, y por espacio de tres meses, un ejército de hombres y mujeres recorrerán el país tocando las puertas de las casas como parte del Censo Nacional 2025, para preguntar a alguno de sus ocupantes cosas sencillas pero importantes como, por ejemplo, si el inmueble que ocupan es propio o alquilado, cómo es la composición de su familia, si es profesional o técnico, si padece alguna enfermedad o discapacidad, si tiene alguna ocupación, si es peruano o extranjero, y si se identifica como parte de algún pueblo originario, etc.
¿De qué se trata esto?, pues del inicio de los censos nacionales de este año, XIII de Población, VIII de Vivienda y IV de Comunidades Indígenas, una movilización que permitirá conocer cuántos somos, de dónde venimos, cómo vivimos y qué necesitamos.
Semejante despliegue es realizado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), entidad que tiene como misión retratar la realidad demográfica, económica y social del país. Este nuevo censo se realizará después de casi una década e incluirá a la población extranjera que reside en el país.
Una de las preguntas más relevantes del censo es la de autoidentificación étnica, que busca conocer cómo se perciben las personas en términos de identidad cultural. Y la pregunta será: “¿Cómo se identifica usted según su cultura u origen?” y las opciones de respuesta son: Afroperuano/a o negro/a; blanco/a, indígena u originario/a de la Amazonía, indígena u originario/a de los Andes, mestizo/a, mulato/a, nikkei (peruano/a de origen japonés), tusan (peruano/a de origen chino), u otro.
Para Ketty Marcelo, presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP), el censo debe ser una herramienta para visibilizar y exigir el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas y afrodescendientes. “Este censo debe ser una herramienta para que los pueblos logremos visibilizarnos y exigir el cumplimiento de nuestros derechos”.
Más de 30.000 encuestadores se encargarán de recoger la información a nivel nacional. Crédito: Difusión
Además de la identificación étnica, el censo abordará temas como la migración y el género, la propiedad, la educación, salud y el acceso a programas sociales. Y es que la creciente migración ha impactado significativamente en el crecimiento demográfico y económico del país, por lo que entender estos flujos es crucial para diseñar políticas públicas efectivas.
Algunas otras preguntas relevantes son: ¿Dónde nació usted?, ¿dónde vivía usted hace 5 años? Y también, ¿ha vivido en otro país alguna vez?
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Además, se consultará a los entrevistados sobre el tipo de vivienda, si es propia, alquilada o cedida, así como la antigüedad, tipo de construcción, y acceso a agua potable, energía eléctrica, desagüe, telefonía fija, televisión por cable o satelital, internet y gas doméstico.
Los miles de censistas cubrirán cerca de 14 millones de domicilios en todo el país para obtener un registro actualizado sobre las condiciones de vida de sus habitantes. Desde 2017 no se realiza una medición poblacional de esta magnitud.
El recojo de información durará tres meses. Su busca saber cuántos somos, de dónde venimos y qué necesitamos. Crédito: Difusión
Para esta nueva movilización, el INEI empleará tablets en reemplazo de los formularios de papel utilizados en los anteriores censos. Se adquirieron 40 mil dispositivos electrónicos que serán entregados a los censistas encargados de recolectar la información.
Una vez finalizada su labor, estos equipos serán destinados al Ministerio de Educación, que se encargará de distribuirlos entre los estudiantes.
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La operación censal se extenderá durante tres meses, de agosto a octubre, movilizando a casi 40 mil trabajadores. Los primeros resultados se conocerán a mediados de 2026.
El jefe de la INEI, Gaspar Morán, pidió a la ciudadanía colaborar activamente con los censistas y precisó que el personal de campo podrá identificarse con chaleco y gorro morado, fotocheck con código QR y credencial del INEI, que podrá ser verificada a través de su página web.
La cédula censal consta de 67 preguntas distribuidas en cinco secciones. Será respondida por un informante calificado, es decir, una persona mayor de 18 años que resida habitualmente en el hogar y conozca los datos de todos sus integrantes. “No es necesario inmovilizar al país ni que las actividades comerciales y productivas se detengan”, señaló Morán Flores

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