Lo que debió ser un paro de transportistas terminó ayer siendo una movilización pacífica y contundente de diversos gremios y grupos de estudiantes y vecinos cansados de tanta delincuencia, extorsión y asesinatos en la capital. Pese a ello, el Gobierno y el Congreso siguen sin atender sus demandas al hacer oídos sordos.
Al promediar las 6 a.m., las principales avenidas de Lima y Callao, como la Panamericana Norte, Universitaria, Túpac Amaru, Carretera Central, Brasil, Argentina y Faucett, conocidas por su gran congestión a esa hora, se encontraban desoladas. Solo unos cuantos buses circulaban, por lo que cientos de personas tuvieron que esperar más de dos horas para poder trasladarse a sus trabajos o destinos.
Problema. La paralización de la mayoría de empresas de transporte se sintió en varios puntos de la capital. Podría repetirse. La República
Mientras tanto, cientos de ciudadanos, entre transportistas, comerciantes de Gamarra, docentes del Sutep, trabajadores de mercados como Unicachi y Humantanga, y vecinos de Puente Piedra y Carabayllo, se reunieron para marchar hacia la sede del Congreso. Con banderolas y pancartas, se movilizaron desde varios puntos de la capital por la inacción del Gobierno frente al creciente problema de criminalidad. La protesta no solo se limitó a Lima. En el primer puerto, cientos de vecinos de Pachacútec y Ventanilla se movilizaron por la inseguridad.
Durante el paro, estudiantes de las universidades Agraria La Molina, San Marcos y la PUCP se sumaron a la manifestación para solicitar la derogación de la Ley nº 32108 y el archivamiento de la ley de terrorismo urbano. “Esto no es política. Los gobernantes viven en una realidad paralela. Para ellos, todo está bien. Exigimos medidas efectivas para acabar con la delincuencia y la extorsión”, dijo uno de los universitarios.
Cuando llegaron a la avenida Abancay, cuyo tránsito tuvo que ser cerrado, la presidenta de Gamarra, Susana Saldaña, afirmó que más del 90% de los comerciantes cerraron sus puestos para salir a marchar hasta las 2 p.m. También mencionó que más de 8.000 empresarios de ese emporio comercial son extorsionados y argumentó que esta situación empeoró durante el Gobierno de Dina Boluarte.
“Hay que tener paciencia y esperar, nos dice la presidenta. Hemos esperado dos años y no vemos resultados. No vamos a esperar un muerto más, no nos vamos a quedar callados”, dijo.
Además, exigió el cambio del ministro del Interior, Juan José Santiváñez, argumentando que su mala gestión ha sido insuficiente para enfrentar la criminalidad. También solicitaron la declaratoria de emergencia en La Victoria. “Exhortamos a la presidenta a que asuma su deber constitucional de garantizar el derecho a la vida y el derecho de todos los peruanos a tener seguridad y poder trabajar tranquilos”, dijo.
Hartos. Ciudadanos también salieron a protestar por la ola delincuencial.
Miembros de la asociación Rosas Mujeres de Lucha, dedicada a la protección de personas que ejercen el trabajo sexual, se unieron al paro de transportistas para exigir mayor seguridad. “Hay 38 compañeras asesinadas, lo quieren hacer pasar por feminicidio. Falso, son las mafias que nos están matando”, declaró Neyla Portal Tapia, miembro de esta organización.
Asimismo, la Confederación Nacional Unificada de Trabajadores del Sector Salud (Confenutssa) se sumó a la movilización en la avenida Abancay y reclamó el asalto a dos de sus compañeros mientras realizaban una campaña de vacunación en San Juan de Lurigancho. “También han asesinado a médicos para robarles suspertenencias, dijeron.
Un momento de unión se vivió cuando el histórico grupo de rock Los Mojarras llegaron a la manifestación frente al Congreso y tocó su tema ‘Triciclo Perú’. Por redes, la agrupación Agua Marina también respaldó las protestas.
Los manifestantes solicitan la derogación de la Ley nº 32108 y el archivamiento de la ley de terrorismo urbano. Foto: La República
En horas de la tarde, la Presidencia del Consejo de Ministros brindó una conferencia de prensa sobre el paro nacional, donde el Ejecutivo minimizó la protesta, argumentando que solo un sector del transporte acató esta medida.
En esa línea, el premier Gustavo Adrianzén señaló que más de 13.000 efectivos de la Policía Nacional se desplegaron en toda la capital; así como 4.000 agentes de las Fuerzas Armadas .
En tanto, el ministro del Interior, Juan José Santiváñez, afirmó que no renunciará al cargo, pese al aumento de la sensación de inseguridad que sigue creciendo entre la población. En un intento por defender su gestión, señaló que se han logrado “resultados positivos” durante el estado de emergencia en distritos de Lima.
Asimismo, comparó la cifra de muertes por la criminalidad en el Perú con la de otros países, señalando que los índices son menores acá.
Por la noche, dos representantes de mercados de abastos de Lima, Leopoldo Valderrama y Jorge Olivares, anunciaron que tomarán medidas más drásticas, luego de que ningún congresista los atendiera en el Parlamento. Es más, no descartaron que haya nuevas medidas.
Magia. Gobierno desplegó ayer a miles de militares y policías. Pero en días normales, nada. Foto: composición LR/John Reyes
Al cierre de edición, el dirigente de transportistas, Walter Carrera, manifestó que su gremio presentará hoy al Congreso una solicitud de vacancia presidencial por su mala gestión y por el alto porcentaje de rechazo ciudadano. “Caso contrario, no se dará el APEC porque saldremos a marchar en esos días”, advirtió.
Las protestas en contra del Gobierno y el Congreso también se reportaron en varias ciudades, como Piura, Chimbote (Áncash), Juliaca (Puno), Huancayo (Junín), Arequipa, Tacna, Huánuco, Tumbes, Cusco y Huacho (Lima).
En Piura, diversos gremios bloquearon el puente de ingreso de la provincia de Sechura como parte del paro nacional indefinido. Lo mismo hicieron otros grupos en la vía de Piura-Chulucanas y en la de Piura-Catacaos. En la ciudad, más de 500 docentes marcharon por las calles plegándose al paro y pidiendo mejoras laborales.
Los transportistas de Tumbes, entre colectiveros y conductores de combis, también bloquearon por unas horas la Panamericana Norte, a la altura del kilómetro 1250.
En Arequipa los comerciantes y transportistas marcharon para exigir mayor seguridad. Foto: La República
En el puente Lacramarca, de Chimbote, decenas de manifestantes alzaron su voz de protesta. En Huancayo, comerciantes de los principales mercados se movilizaron para exigir al Gobierno acciones en contra de la ola delictiva. “El pueblo ya no quiere más muertos”, gritaban. Los transportistas de Huánuco también protestaron.
La tensión social también se vio en Juliaca. Dirigentes de gremios y organizaciones civiles llegaron de distintas localidades de Puno y se movilizaron en rechazo al Gobierno y en respaldo al paro.
“No podíamos estar ajenos a una realidad que agobia. Este Gobierno es lo peor que le está pasando al país”, aseguró Amador Núñez, presidente del Frente de Organizaciones Populares de la provincia de San Román. También marcharon los familiares de los fallecidos durante las protestas contra Dina Boluarte.
Hartos. Ciudadanos también salieron a protestar por la ola delincuencial. Foto: La República
Un grupo de ciudadanos de Arequipa se sumó al paro en contra de las extorsiones y el proyecto Tía María. En Huacho, manifestantes bloquearon la Panamericana Norte al colocar troncos y quemar llantas. Los buses interprovinciales y camiones quedaron varados por varias horas.
Por la tarde, la asamblea general del Frente de Defensa de Ayacucho anunció el inicio de un paro regional para el próximo 28 de octubre. Exigieron reforzar la lucha contra la criminalidad y respaldaron el paro de ayer.