El proyecto minero subterráneo "El Algarrobo", que se desarrollará en la región Piura, ha sido presentado como una iniciativa que priorizará la gestión social y abordará los problemas hídricos que afectan históricamente a la agricultura de la zona. Roger Inicio, director de proyectos de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (ProInversión), destacó que esta obra no perjudicará la actividad agrícola, sino que contribuirá a su mejora, facilitando estudios técnicos sobre la problemática hídrica y proponiendo alternativas de solución que beneficiarán especialmente a los agricultores de la margen izquierda del río, como aquellos del centro poblado de Locuto, en el distrito de Tambogrande.
Uno de los pilares fundamentales del proyecto es la identificación y solución de los problemas relacionados con el agua en la región, una preocupación que ha afectado durante décadas a las comunidades agrícolas locales. Los estudios técnicos que se llevarán a cabo como parte del proyecto permitirán definir soluciones que optimicen la disponibilidad de agua para los cultivos, garantizando así una producción agrícola más sostenible.
Roger Inicio fue enfático en aclarar que el proyecto no solo es compatible con la agricultura, sino que también contribuirá al bienestar de las comunidades cercanas a la mina. Además, anunció la creación de un fondo social destinado a gestionar los aportes económicos derivados de los compromisos contractuales asumidos por los inversionistas. Estos fondos se utilizarán para ejecutar proyectos que impacten directamente en las comunidades locales desde la suscripción del acuerdo social.
El "Algarrobo" es un proyecto polimetálico centrado principalmente en la extracción de cobre. Foto: difusión
El monto total de inversión proyectada asciende a 2,753,000 dólares, y la primera etapa del proyecto se centrará en la gestión social, con un enfoque en resolver los problemas hídricos. Solo después de establecer estas bases iniciales, el proyecto avanzará a la fase de exploración y desarrollo de estudios de impacto ambiental, factibilidad económica y las ingenierías necesarias para la futura operación comercial y eventual cierre de la mina.
El "Algarrobo" es un proyecto polimetálico centrado principalmente en la extracción de cobre, sin incluir plata. Su operación comenzará con una producción diaria de 5,000 toneladas, y se espera que en fases posteriores escale a 15,000 toneladas por día. Este ambicioso plan forma parte de la estrategia nacional para fortalecer la minería y consolidar la posición de Perú como líder en el sector a nivel mundial.
En palabras de ProInversión, "El Algarrobo" no solo será clave para la expansión de la minería en el país, sino que también contribuirá significativamente a la reactivación económica de Piura, sobre todo en el sector agrícola. La región, golpeada por la escasez hídrica y los desafíos económicos, verá un impulso gracias a las inversiones generadas por el proyecto, que traerá consigo empleo, desarrollo de infraestructura y mejoras en la calidad de vida de las comunidades rurales.
Una vez superada la fase inicial de gestión social e hídrica, el proyecto procederá a la realización de estudios de impacto ambiental para garantizar que su operación sea compatible con la protección del entorno natural. Los planes de ProInversión incluyen la implementación de rigurosas medidas de mitigación ambiental que asegurarán que la actividad minera se desarrolle de manera responsable y con respeto a los ecosistemas locales.
Asimismo, se prevé que la ingeniería para el cierre de la mina, contemplada desde los primeros estudios de factibilidad, se realice de manera planificada y responsable, siguiendo las mejores prácticas internacionales en gestión ambiental. Esto garantizará que, una vez concluida la vida útil del yacimiento, el entorno pueda ser rehabilitado y devuelto a condiciones óptimas.
El proyecto minero subterráneo "El Algarrobo" no solo traerá consigo importantes beneficios económicos para la región de Piura, sino que también ofrecerá soluciones sostenibles a problemas que han afectado históricamente a los agricultores locales, en especial aquellos relacionados con la disponibilidad de agua. Gracias a la creación de un fondo social y el compromiso con la gestión ambiental, este proyecto se perfila como un ejemplo de cómo la minería puede coexistir con el desarrollo agrícola y comunitario, generando un impacto positivo y duradero para la región.