El caos reina en Haití. Las bandas criminales controlan territorios y no hay presidente ni ministros que lo impidan. Los peruanos que salieron de ese país de extrema pobreza lo describen como “el infierno”. Otros compatriotas todavía están ahí.
“En Haití están en una guerra civil porque todos están en rebelión: el mismo pueblo, los bandidos contra el Gobierno, no hay presidente ni autoridades”, cuenta Jaime Alberto Valdez Cormilloni (53), quien hace unos días retornó al Perú junto con sus tres hijos, con la ayuda de la embajada peruana en República Dominicana.
Él emigró al país caribeño en el 2009 y se desempeñaba como mecánico automotriz. Pero desde hace un año está mal de salud, dejó de trabajar y no tenía cómo alimentarse. Por ello, su hermano en Perú solicitó la ayuda de la Cancillería para Jaime y sus tres hijos.
Jaime cuenta que no salía de casa por la inseguridad. “No podía caminar tranquilo; las rutas en Haití están bloqueadas con camiones. Hay quemas de llantas todos los días”.
Ahora que está en Tacna se está haciendo un chequeo general de su salud en una posta, pues se le hinchan los pies. En tanto, sus hijos de 15, 12 y 10 años deberán empezar de cero en un país que les resulta extraño. Hablan poco español. Su padre está tramitando sus DNI y el SIS. Pronto deberán estudiar.
“No se puede vivir (en Haití); pensé que iban a entrar los militares, pero vi en las noticias que la situación sigue igual o peor”, lamenta Valdez.
Otro peruano que cuenta su experiencia en Haití es Frans Huanchi, quien viajó a ese país a fin de hacer un video para su canal de Youtube. “Es el infierno, vi las piedras caer”, indica Huanchi al pasar, a bordo de un vehículo, por una calle bloqueada con llantas quemadas. Se ve humo por todos lados y gente corriendo de un lado a otro. Él y su amigo peruano Andrés Almes visitaron ese país con la ayuda de un guía turístico, quien los protegió en todo momento durante la grabación.
En el video se ve que hay muchas personas que le piden dinero. Algunos se tapan el rostro. Otros expresan su molestia y piden no ser grabados.
“Toda la gente se acumula, grita y no la entendemos. Da la impresión que te están insultando”, detalla el amigo de Frans, Andrés Almes. Ambos fueron confundidos con dominicanos y casi son atacados.
Frans y Andrés tuvieron complicaciones para regresar al Perú, debido a que la carretera de Haití hacia República Dominicana estaba bloqueada por grupos armados. “Ni siquiera los policías (de Haití) nos pueden dar garantías, estábamos a punto de perder el vuelo hacia nuestro país”, asevera Frans.
En los últimos 20 días se han presentado 17 solicitudes de evacuación en la Embajada de Perú en República Dominicana, y ya han salido ocho peruanos, entre ellos Jaime Valdez y sus tres hijos. El resto ha decidido permanecer en Haití por temas laborales, refiere Patricia Nava Pérez, directora de Protección y Asistencia al Nacional en Cancillería, quien señala que hay unos 40 peruanos en ese país.
“Hay una convulsión social bastante fuerte, cuando nuestros connacionales se han acercado a nuestra embajada en Santo Domingo, han comentado sentir temor”.
Señaló que la embajada peruana está permanentemente en contacto con los connacionales. “Si bien en Haití no tenemos una misión consular o diplomática, eso no quiere decir que los dejamos desamparados”.
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República Dominicana facilitó la salida de los ocho peruanos mediante un vuelo en helicóptero desde Haiti hacia una localidad dominicana.
La ola de violencia en el país caribeño forzó hace dos semanas la renuncia de su primer ministro, Ariel Henry.
Tras la dimisión de la autoridad, se instaló el Consejo Presidencial de Haití, el cual está encargado de llevar al país hacia unas elecciones.
Actualmente, el centro de Puerto Príncipe ha quedado abandonado en manos de las bandas armadas, donde no existe la Policía.
Dicho consejo precisó que ha elaborado los mecanismos para la elección de su presidente, el nombramiento de un nuevo jefe de Gobierno y el gabinete de ministros. “Estamos decididos a aliviar el sufrimiento del pueblo haitiano”, dicen.