El viernes último al mediodía, en una intersección de Jesús María, un niño de 10 años con iniciales A.V.G.M y su padre, fueron embestidos por una camioneta mientras se dirigían a visitar a la abuela. Aunque ambos llevaban casco, el impacto resultó en la proyección del padre y en múltiples lesiones para el niño, incluyendo una fractura craneal.
Actualmente, el menor se encuentra en estado crítico, en observación en la UCI. Su evolución está siendo monitoreada de cerca, y no se descarta la necesidad de una intervención quirúrgica para retirar un hematoma. "Mi hijo está en una situación crítica. Los médicos están evaluando la posibilidad de una intervención quirúrgica. La magnitud de sus lesiones es grave, y la recuperación será de meses, con secuelas a largo plazo", señala Maribel Cristina Manrique, madre del menor.
A pesar de la gravedad de la situación, el conductor responsable del accidente no ha asumido responsabilidad alguna. Según Maribel, un testigo le relató que el chofer intentó darse a la fuga, pero problemas mecánicos en su vehículo lo detuvieron. Afortunadamente, personas del lugar se acercaron para auxiliar a los heridos.
La familia del menor afectado se enfrenta a una difícil situación, ya que los gastos médicos están siendo cubiertos por el SOAT del padre, conductor de la motocicleta. Sin embargo, la intervención quirúrgica necesaria no está incluida en la cobertura del seguro. El chofer responsable y su abogado, hasta el momento, no han contactado a los padres para conocer el estado de salud del niño. "Hasta ahora, nadie se ha comunicado con nosotros. Ni el conductor ni su abogado muestran interés en saber cómo está mi hijo. Es desgarrador enfrentar esta situación sin el apoyo y la responsabilidad que esperábamos", menciona la afligida madre.
PUEDES VER: Montesinos acepta ser culpable del caso Pativilca tras someterse a terminación anticipada
A pesar de la gravedad de la situación, las autoridades no realizaron el test de alcoholemia al conductor inmediatamente después del accidente, y solo se llevó a cabo después de diez horas, el cual arrojó un resultado negativo. Mientras tanto, el niño se enfrenta a una recuperación que llevará meses, con la posibilidad de perder el año escolar y sufrir secuelas a largo plazo.
A pesar de la declaración policial realizada por la madre en la Fiscalía, el chofer no ha mostrado interés en asumir la responsabilidad ni ha brindado apoyo a la familia afectada.