La Universidad Nacional del Altiplano (UNA) de Puno desarrolló el último examen de admisión 2023-II el sábado 12 y el domingo 13 de agosto. Para este proceso de selección, la casa de estudios invitó a los ronderos de la región a fin de que apoyen en la vigilancia de la prueba. De este modo, esta institución sería la primera a nivel nacional en incluir a las rondas campesinas en su sistema de seguridad para un examen de admisión.
El rector de la UNA, Paulino Machaca, fue consultado en Foro TV respecto a la iniciativa de convocar a los ronderos para que participen en la vigilancia del examen de admisión, puesto que ello no se ha realizado anteriormente.
La autoridad aseguró que la universidad, a través de la Comisión de Admisión, implementó un fuerte sistema de seguridad para el desarrollo de las pruebas. “La universidad tiene que garantizar un examen público, seguro y transparente. Para eso, participa el notario público, el Ministerio Público, el Reniec (…) y, adicionalmente a ello, se solicitó el apoyo de la seguridad ciudadana de la Municipalidad Provincial del Puno y de la Policía Nacional”, apuntó.
Ronderos ingresaron a la universidad previa acreditación para apoyar en la vigilancia del examen. Foto: UNA Puno
Añadió que a ese sistema se incluyó a los ronderos, ya que, durante el penúltimo examen, no se invitó a los efectivos de la Policía por el conflicto social que se vivía en su momento a raíz de las protestas que se desarrollaron contra el Gobierno de Dina Boluarte.
Además, narró que, en la prueba de marzo pasado, la universidad capturó a cinco personas —entre estudiantes de otros centros de educación superior y profesores de academia— en flagrancia delictiva suplantando a postulantes. Según indicó la autoridad, ellos fueron puestos a disposición de la Policía Nacional y el Ministerio Público; empero, después de unas horas, fueron puestos en libertad.
Frente a lo sucedido, el rector sustentó que las rondas campesinas ayudarán a combatir las malas prácticas al imponer una sanción drástica a los infractores.
Los ronderos apoyaron en la vigilancia tanto afuera como adentro de la universidad, previo a su identificación y acreditación respectiva. Asimismo, su participación fue ad honorem.