La reciente intervención en la casona, ubicada en la calle Jerusalén 317, en pleno centro histórico de la ciudad de Arequipa, ha generado el rechazo de diferentes entidades y profesionales. En un pronunciamiento, siete instituciones expresaron su preocupación por esta construcción, así como otros atentados en la calle San Juan de Dios y en el segundo patio de los claustros de la Compañía de Jesús.
Solicitan a las autoridades del Ministerio de Cultura y Municipalidad de Arequipa que detengan la “destrucción sistemática del centro histórico”, reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Los firmantes del pronunciamiento son Actuemos Perú, Adegopa, Arequipa Ciudad Sustentable, ASDEPROAR, Asociación Numismática, la ONG Mandala, el Patronato del Centro Histórico y Qelpay.
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Anteriormente, la gerencia del Centro Histórico de la comuna provincial dio a conocer que la intervención en la casona de la calle Jerusalén cuenta con licencia de demolición. La subgerencia de Obras Públicas y Privadas se encargó de otorgar. De acuerdo al trámite, el permiso fue solicitado para retirar algunos ambientes y refaccionar dos bóvedas. La gerenta del Centro Histórico, Sandra Alí, dijo en su momento que no tenía mayor injerencia debido que hace años, el Ministerio de Vivienda suprimió la facultad a estas instancias de intervenir en el otorgamiento de las autorizaciones.
Al respecto, el exgerente del Centro Histórico, William Palomino, sostuvo que se debería tener mayor cuidado, ya que la casona de Jerusalén tiene un valor monumental. Aunque no tiene una declaratoria de monumento que la proteja, se trata de un vestigio que debería conservarse de alguna manera. En ese punto, incidió en que el Plan Maestro del Centro Histórico, que aún está pendiente de aprobación, sería el instrumento que ayude a verificar el tratamiento.
Según el arquitecto, para la emisión de una licencia de demolición como la de este caso, es la comisión técnica la que da el visto bueno. Sostuvo que mientras estuvo en el cargo, el grupo de trabajo, por disposición de los alcaldes de ese entonces, funcionaron en la oficina del Centro Histórico. Esto permitía que estén al tanto de las solicitudes y que evalúen los casos. De acuerdo a especialistas, la comisión tuvo que considerar el inmueble de la calle Jerusalén como parte integrante del patrimonio cultural de la nación y al estar en una zona monumental tuvo que calificarse en la modalidad “c”.
Para este caso, era necesaria la presencia de un representante del Ministerio de Cultura. Por otro lado, el exgerente Palomino, sostuvo que en el centro histórico existen 301 monumentos declarados como tal por el Ministerio de Cultura y 1 .70 0 edificios de valo r monumental. Hasta el año 2000, antes de la declaratoria como Patrimonio Cultural de la Humanidad, por cada cuatro edificios, tres se alteraban y uno se conservaba. Luego ese ratio disminuyó, pero ahora no se sabe a ciencia cierta qué ocurre con los edificios de valor monumental.