Los narcotraficantes han vuelto a poner sus ojos en el puerto piurano de Paita porque por allí sale la mayoría de exportaciones de productos hidrobiológicos, fertilizantes, granos y minerales con destino a Europa y EE. UU. Así lo reveló un oficial de la Dirandro, luego de confirmar que en los últimos 20 días las peligrosas mafias han intentado sacar tres cargamentos de cocaína hacia Bélgica.
Por ello, la mirada de la policía está ahora sobre el principal puerto del norte peruano que sigue siendo, después del Callao, uno de los más utilizados por las redes mafiosas.
De acuerdo a las investigaciones del aparato de inteligencia de la Dirección Antidrogas (Dirandro), los tentáculos de las organizaciones criminales combinan corrupción e ingenio para sacar cocaína por ese muelle norteño, pese a que ya han abierto otras rutas marítimas.
El 25 de mayo, las autoridades incautaron 57 kilos de cocaína que tenían marcados esvásticas y sellos de Hitler. Los 50 paquetes hallados en un buque de bandera liberiana tenían como destino Bélgica.
Luego, el 7 de junio, se confiscaron 276,4 kilos de cocaína ocultos en tres contenedores transportados en una línea naviera de los Terminales Portuarios Euroandinos (TPE), en Paita.
La codiciada droga estaba en las zonas de ventilación de los contenedores, en forma de paquetes rectangulares que tenían la marca del Toro.
Destino. Los tres últimos cargamentos hallados iban a Bélgica. Foto: difusión
Agentes de la Dirandro confirmaron que los 241 paquetes también tenían como destino el mismo puerto europeo.
Y, el martes último, otros 58 paquetes fueron descubiertos en el contenedor TRIU-8917982 que también iba a Bélgica. La droga había sido mezclada con bananas orgánicas. La estructura metálica estaba en el buque container MSC Amalfi, de bandera de Malta/Valleta, que había arribado procedente del puerto de Guayaquil (Ecuador).
En la Dirandro están prendidas las alarmas, pues puertos como Paita se han convertido nuevamente en importantes puntos de tránsito que conectan a los narcotraficantes con los mercados extranjeros de consumo a través de rutas marítimas.
Las autoridades policiales y portuarias están tomando medidas para frenar el flujo de drogas que salen de los puertos peruanos. Para eso están mejorando el monitoreo del tráfico.
Antes en el puerto piurano de Paita, las medidas básicas —tales como escáneres y unidades antidrogas caninas— estaban ausentes, pero ahora se han centrado los esfuerzos en materia de seguridad para evitar que sean usadas por mafias de mexicanos, israelíes y colombianos.
Los tres cargamentos iban al puerto de la ciudad de Amberes, en Bélgica, el segundo mayor de Europa, y por el que cada año pasan millones de contenedores.
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Según los agentes de la Dirandro, este puerto se ha convertido en la principal puerta de entrada de la cocaína que llega de Sudamérica, desplazando a las costas gallegas del noroeste de España, por donde hasta hace pocos años se colaba la mayor parte de esta droga.
El otro puerto de entrada, a mucha distancia, es el holandés de Róterdam, donde en el 2022 se encontraron 52,5 toneladas.
El puerto de Paita es la "puerta de entrada" utilizada por el narcotráfico. Foto: La República
Los controles en el puerto de Paita se han intensificado desde este año. En febrero, los agentes de la Dirandro detuvieron a un empresario exportador de productos hidrobiológicos y fruta congelada vinculado con una red del narcotráfico que preparaba el envío de un cargamento de cocaína a Europa.
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Héctor Granados, de acuerdo a la policía, utilizaba como fachada su negocio exportador para sacar droga.
Fueron dos años de seguimiento a este hombre que tenía un récord migratorio de más de 70 viajes por el mundo.
“Para nosotros, Héctor Granado Alzamora es un sujeto que dirigía una organización dedicada a prestar servicios a organizaciones transnacionales del narcotráfico y era el responsable de sacar los envíos de droga desde el Perú hacia el exterior. Desde Lima dirigía la operación en el puerto de Paita”, sostuvo el director de la Dirandro, general PNP, José Ludeña Condori, quien anunció más acciones.
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Golpes. Este año se han incinerado 14 toneladas de cocaína y se han desarticulado 25 redes del narcotráfico en el Perú.
Zona roja. La droga sigue saliendo del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem). Los operativos deben seguir.