En plena emergencia por los efectos de las lluvias, la región Lambayeque también es noticia por otros motivos, menos alentadores y que causan preocupación entre sus habitantes y autoridades. Es que en los últimos años subieron de manera notable los homicidios. En 2022 se alcanzó el número de 58 crímenes, a un promedio de 4.5 por mes, mientras se tuvo la cifra de 49 homicidios durante el 2021.
Uno de los últimos asesinatos, que conmovió a la Lambayeque, sucedió el sábado 15 de abril de 2023, en el distrito de Pomalca, donde dos hombres fueron torturados y acribillados antes de ser quemados. Días atrás, el 28 de marzo de este mismo año, la Policía detuvo a dos ciudadanos extranjeros acusados de asesinar a un joven en la vía pública, en el distrito de Pimentel. En este caso, los sujetos detenidos ya cumplen prisión preventiva.
Al respecto, el jefe de la II Macro Región Policial Lambayeque, general PNP Marlon Anticona Julca, explicó a este diario que no se descarta que los asesinatos en Pimentel, al igual que otros crímenes ocurrido en el norte, tengan como autores a una misma organización criminal, por sobre de las bandas delincuenciales conformadas para cada uno de los casos. Los homicidios (sin considerar a las víctimas de accidentes de tránsito, que se tipifican como culposos) iniciaron una curva ascendente en los primeros meses de 2023. Entre enero y marzo se llegó al registro de 15 homicidios, entre delitos cometidos por arma blanca o arma de fuego.
Además, entre el 1 de abril y 28 de abril de 2023 se han enumerado un total de 6 homicidios, donde se encuentran las dos personas asesinadas y encontradas en Pomalca. De esta manera, en menos de cuatro meses se contabilizan un aproximado de 21 homicidios. Uno de los últimos asesinatos ocurrió la noche del martes 25 de abril, cuando sicarios irrumpieron en una casa de apuestas y asesinaron a un ciudadano de nacionalidad ecuatoriana.
Desde la Segunda Macrorregión Policial de Lambayeque se comentó que el tema de homicidios e inseguridad ciudadana en general es complejo y que responde a varias causas. Por eso, se apuesta a un plan para reforzar el patrullaje integrado, además de incrementar el número de operativos de acuerdo al número de personal policial y unidades vehiculares.
"La pérdida de una vida humana siempre es lamentable. En diferentes partes de Chiclayo, los delincuentes están cometiendo sus ilícitos, incluso entre ellos hay rencillas y se producen asesinatos por ajuste de cuentas. A pesar de la emergencia por las lluvias, la Policía ha seguido trabajando. Esperamos repotenciar más el servicio para combatir homicidios y actos delictivos", expresó Anticona.
Seguidamente, Anticona hizo énfasis en fortalecer la seguridad ciudadana, la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado, en especial para combatir el sicariato y los asaltos a mano armada. Fuentes policiales admitieron que han aumentado los asaltos a mano armada en áreas urbanas y rurales de Lambayeque, salvo los secuestros, que aquí son un fenómeno inexistente a comparación de los casos producidos en la región La Libertad.
Desde la División de Investigación Criminal (Divincri) de Chiclayo se plantea fortalecer la seguridad pública y el uso de los sistemas de video vigilancia y radio comunicación, y potenciar la capacidad operativa, organización y el servicio policial. En una conferencia de prensa, el último jueves 20 de abril, el jefe de la Divincri de Chiclayo, coronel PNP Oblitas Arias José, expuso a la prensa que se hace trabajo de inteligencia como estrategia para enfrentar la criminalidad organizada
Jorge Contreras Guerrero, coordinador distrital de las Juntas Vecinales de Chiclayo, dijo a La República que ahora "la Policía debe triplicar el trabajo de inteligencia para detectar a las organizaciones criminales que están detrás de los sicariatos".
"Tenemos un problema de inteligencia que debe ser atendido. El Grupo Terna de la Policía debe ser el encargado de este trabajo. Los homicidios dejan en zozobra a la población. También están los asaltos", argumentó.
A su turno, Dilberto Tarrillo Sánchez, exintegrante de la Junta Vecinal del pueblo joven Villa Hermosa, del distrito de José Leonardo Ortiz, advirtió que "cuando se incrementan los homicidios, aumenta la necesidad de una estrategia para prevenir este tipo de delitos". También mencionó que el fenómeno obedece a "una crisis de valores en la sociedad".
"Se necesita trabajar más en la prevención. La Policía debe reactivar las juntas vecinales y hacer un trabajo de contención contra la delincuencia", detalló.
Para el gerente de Seguridad Ciudadana de José Leonardo Ortiz, Luis Miranda Orué, es necesario reforzar el patrullaje integrado de la Policía, en coordinación con los serenazgos de diferentes entidades ediles.
Empero, Miranda aclaró que en las municipalidades hay brechas de personal de serenazgo y vehículos, lo cual dificulta un trabajo coordinado con las comisarías. Similares problemas hay en las unidades policiales.
"Son necesarios los patrullajes integrados contra la delincuencia y el sicariato. Las municipalidades pueden ser un buen apoyo, pero falta recurso humano y logístico", subrayó.
Por su parte, el gerente de Seguridad Ciudadana y Fiscalización de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh), Dalmiro Velásquez Hurtado, afirmó que los últimos crímenes ocurridos en Chiclayo, como el asesinato de un extranjero en una casa de apuestas, evidencian un problema de seguridad ciudadana que requiere trabajo de inteligencia.