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Sociedad

Extorsiones en Arequipa suben como la 'espuma': son 100 casos denunciados

A denunciar. Pero apenas hay 7 denuncias por cobros ilegales bajo amenazas del “gota a gota” y 6 por estafa financiera. La Policía pide a las víctimas denuncien para poder hacer capturas.

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Los Gallegos. En diciembre del 2022, la Policía detuvo a la banda de Los Gallegos, dedicados al "gota a gota" y otros delitos. Foto: La República

Arequipa. Una fuerte detonación asustó a los vecinos de la asociación La Victoria del distrito de La Joya. Desconocidos colocaron un explosivo en un cargador frontal estacionado frente a la casa del propietario. La Policía halló restos de aluminio y mecha. El dueño no quiso realizar la denuncia, pero los agentes creen que este es un presunto caso de extorsión y que la víctima tiene miedo.

“Para la delincuencia no hay nacionalidad. Los casos de extorsión se han incrementado en un 5% en el primer trimestre”, señaló el jefe de la Divincri, coronel Fernando Portugal. En esta dependencia policial se investiga alrededor de 100 denuncias, unas más graves que otras. Casi todas las víctimas son empresarios o microempresarios.

Existe el caso de un comerciante que no solo es extorsionado, sino también coaccionado a pagar cierto “cupo” para no ser asesinado. Llegaron al extremo de romper los vidrios de su casa y de realizar pintas en la fachada. El jefe policial, señala que no solo extranjeros están metidos en estos hechos.

Kiara Romero Tardío (23), fue detenida en Ica, cuando cobraba el dinero que habían pedido a los dueños de la picantería La Benita de Characato, para no atentar contra sus vidas. Incluso hicieron detonar un explosivo. Tras la denuncia, la Policía dio con la mujer y se estableció que las llamadas de extorsión salieron del penal de Ica. Los implicados son peruanos.

Mensajes amenazantes

El dueño de un gimnasio tuvo que cerrar debido a las constantes amenazas que recibía. Primero le llegaron al wasap, luego mensajes de texto y en todas le pedían dinero para que reciba “protección”, de lo contrario lo iban a matar. Lo mismo pasó un mecánico, al que le pedían 2.500 soles mensuales, para no matarlo. Los mensajes eran a su teléfono, llegaron al extremo de mandarle una bala.

“Es otra modalidad, utilizan el wasap, identifican a sus víctimas y los amenazan por mensajes de texto, e incluso por mensajes físicos que dejan por debajo de la puerta de las víctimas”, precisó el jefe de la Divincri. Aclaró que muchas de estas denuncias no han sido materializadas, es decir, quedaron solo en mensajes.

Cuidado con el gota a gota

Tuvo la mala suerte de hacerse un pequeño préstamo de unos extranjeros K.M.M. (50), era amenazada, extorsionada y coaccionada a pagar una deuda (que ya había cancelado), pero a decir de los delincuentes aún debía 24.000 soles. Se dieron el trabajo de “fraccionar” en cuotas ese monto y bajo amenazas le dijeron que tenía que pagar por 160 días, 470 soles diarios.

La víctima se armó de valor y denunció el caso ante la Policía, luego que fuera golpeada por los maleantes. Tras un operativo se pudo detener a los presuntos extorsionadores, ambos venezolanos identificados como Máximo José Damas Sutil y David Moylla Damas.

Según la Policía por esta modalidad solo hay 7 denuncias en este año en la Divincri, pero se sabe que son muchos más. Existe el caso de una adulta mayor, que también tuvo la mala suerte de prestarse dinero. Ahora ella es amenazada constantemente
“No se hagan préstamos de manera informal de estos extranjeros”, dijo el oficial.

Nueva modalidad: la App de las "finacieras" virtuales

La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) dio a conocer una lista de dlversas financieras virtuales, que funcionan a través de App (aplicativos) donde te prestan dinero al instante. Al final el cliente, sus conocidos, familiares y amigos terminan siendo extorsionados.

Según la SBS, estos delincuentes -en su mayoria extranjeros- te piden acceder a un link, con la cual te "roban" toda tu información del celular, incluso los números de tus contactos. Por esta modalidad hay 6 denuncias en la Policía.

Una de las últimas víctimas dijo que nunca se hizo un préstamo, pero supo de un conocido suyo que si lo hizo y como no quiso pagar los intereses, la llamaron para que ella lo cancele, bajo amenazas de muerte.