Al caer la tarde, en los exteriores del terminal terrestre Ormeño, ubicado en la cuadra 2 de la avenida Víctor Raúl Haya de la Torre, hay una pugna entre vehículos menores y buses interprovinciales, lo cual genera un gran congestionamiento vial. Los chiclayanos parecen haberse resignado a una vida en peligro, pues viven una odisea al cruzar esta importante vía debido a la cantidad de autos y el tráfico. Similar situación se aprecia entre las cuadras 6 y 8 de la calle Bolognesi por la presencia de cuatro empresas de transporte interprovincial, donde las compañías Civa y Cruz del Sur hacen uso de embarque en la avenida José Balta y la calle 7 de Enero. Incluso, la cuadra 1 de la avenida Balta es de alto tráfico por las salidas reiterativas de los buses de Emtrafesa.
Esto solo tiene explicación en la desidia con la que nuestras autoridades han tratado el tema del proyecto de terrapuerto terrestre de Chiclayo, pese a la rutina diaria de observar cómo operan empresas en pleno centro de la Capital de la Amistad. De esta obra se ha hablado hace más de una década, desde la época de Arturo Castillo Chirinos hasta la reciente de Marcos Gasco Arrobas.
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La Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh) cuenta con un terreno de más de 9 hectáreas ubicado entre las avenidas Miguel Grau y Gran Chimú, en inmediaciones de la carretera Chiclayo-Monsefú, en el distrito de La Victoria, pero hasta la fecha no hay ninguna edificación. Esta infraestructura es propuesta en el Plan de Desarrollo Metropolitano de Chiclayo 2022-2032, culminado por el Ministerio de Vivienda, en coordinación con el municipio a fines del 2022. De esta manera, la alcaldesa Janet Cubas tiene un nuevo reto.
El gerente general de la MPCh, Jorge Nakazaki Servigón, dijo a este diario que ya se han reunido con funcionarios de la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Proinversión), para la firma de un convenio donde esta última entidad brinde asistencia técnica en la conducción del proceso de inversión. Previamente, la municipalidad conformará el Comité Especial de Promoción de la Inversión Privada (CEPRI), cuyos integrantes serán los encargados de evaluar la mejor iniciativa privada para el proyecto, en coordinación con Proinversión.
“En los próximos días se hará la conformación oficial del CEPRI. Con Proinversión ya se ha hablado sobre un convenio para tener su asesoría, y se ha dejado en claro la participación de la inversión privada, en la modalidad de concesión, en el proyecto de terrapuerto. Con la experiencia de Proinversión y la voluntad de la gestión de la alcaldesa vamos a buscar inversores para este proyecto”, afirma Nakazaki.
El funcionario aclara que la construcción del terrapuerto de Chiclayo se impulsará a través del mecanismo a las inversiones público-privadas como las APP, tal como ocurrió con el terrapuerto de Trujillo.
“Es una obra que Chiclayo debe tener. No debe pasar una administración más sin que este proyecto se ejecute. Hay que empezar lo más antes posible, llegar a la concesión y encaminar esta obra. Hablamos de modernizar el sistema de transporte interprovincial. Vamos a convocar a los posibles inversionistas. Si hay más de un inversionista se hará un concurso público”, sostiene.
El jefe del Instituto Metropolitano de la MPCh, Carlos Paredes García, señaló a La República que el Plan de Desarrollo Metropolitano de Chiclayo 2022-2032, ha previsto que la provincia de Chiclayo necesita dos terrapuertos.
En dicho plan se ha confirmado que el primer terrapuerto se construya sobre las más de 9 hectáreas de terreno ubicado entre la avenida Miguel y la vía de Evitamiento, en el distrito de La Victoria. Un segundo terrapuerto deberá estar entre los límites de Chiclayo y José Leonardo Ortiz, en plena carretera a la ciudad de Lambayeque.
“Por la magnitud de la obra, el terrapuerto debe ser por concesión. La meta es que se dé curso al terrapuerto ubicado en la zona de La Victoria, teniendo en cuenta que el terreno es del municipio y sería dado para la concesión (de una empresa privada)”, argumentó.
Respecto a la importancia de un terrapuerto, Paredes García comenta que las empresas de buses han demostrado no tener la calidad para resolver la llegada y partida de viajeros. Agrega que el uso de las vías en Chiclayo es un servicio público que debe afectar positivamente a la mayor cantidad de pobladores y no que beneficie a determinados grupos empresariales.
Paredes añadió que se han buscado soluciones sin éxito para el problema del tránsito de buses interprovinciales en el centro de Chiclayo. Por ejemplo, evoca el Plan de Desarrollo Urbano, aprobado en 2016, que ampliaba el cuadrante de restricción de circulación de buses interprovinciales en zonas rígidas.
Poco fue el avance del proyecto de terrapuerto con el exalcalde Marcos Gasco. En octubre de 2021, la comuna declaró de relevancia la iniciativa privada para la construcción del terminal terrestre de pasajeros de la ciudad de Chiclayo, presentada por la empresa Capricornio Bussines Group.
Luego, a inicios de julio de 2022, se aprobó el acuerdo municipal n.° 045-2022, donde se oficiaba la renuncia parcial a determinadas áreas del terreno para el proyecto, ubicado en el distrito de La Victoria, por rectificación de medidas perimétricas
Para el regidor Orlando Puell Varas, los funcionarios de la alcaldesa Cubas deben determinar en qué condición se encuentra la referida iniciativa privada, a fin de conocer si esta propuesta sigue adelante o hay un desistimiento. El concejal se muestra a favor de que esta obra se agilice en la presente gestión debido a que la mayoría de empresas de transporte terrestre se encuentran en el centro de la ciudad y generan daños y deterioro en las vías del casco urbano.