Con información de Carlos Vásquez
La presidenta Dina Boluarte y sus ministros pasaron un mal rato durante la denominada mesa de diálogo por la reactivación económica, realizada en instalaciones de Gobierno Regional de Lambayeque (GRL). La mandataria recibió pifias y gritos de rechazo de un grupo de pobladores que se encontraban en el lugar. Otros pobladores también cuestionaron que la mandataria no llegue con propuestas para solucionar problemas básicos, como la contaminación de agua con arsénico en cinco distritos y la falta de obras emblemáticas en la región.
Los indignados pobladores usaron carteles y banderas peruanas para rechazar la presencia de la mandataria debido a las más de 50 víctimas que han dejado las protestas en su contra. Además, aprovecharon su presencia para pedir su renuncia a la Presidencia y su retiro de Chiclayo.
Otro grupo de manifestantes exigió a Dina Boluarte que se construyan obras de saneamiento en los distritos de José Leonardo Ortiz y Lambayeque. Estas personas respaldaron su gestión y pidieron trabajar por los más pobres.
Los pobladores como Mickey Álvarez, presidente del Frente de Defensa Lambayeque (Fedel), solicitaron la renuncia de Dina Boluarte y también una nueva Constitución. Victoria Chuquillin, dirigente de Leonardo Ortiz, pidió declarar en emergencia su jurisdicción por la falta de proyectos de alcantarillado.
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El gobernador regional de Lambayeque, Jorge Pérez Flores, también pasó un mal rato en su propia sede de trabajo, donde los pobladores lo llamaron traidor e ineficiente por no encaminar proyectos hasta la fecha.
El premier Alberto Otárola y el ministro de Educación, Óscar Becerra, que acompañaron a Dina Boluarte en Chiclayo, también se llevaron el rechazo de un grupo de padres de familia por las obras inconclusas en el sector educación.