Tacna. El superintendente nacional de Migraciones, Jorge Fernández Campos, sostuvo que el principal cuello de botella que se genera en la frontera con Chile no es responsabilidad de su institución. Advirtió que el complejo fronterizo de Santa Rosa no tiene el suficiente espacio para la atención de los viajeros que pasan de Perú a Chile y viceversa.
“Pretendemos hacer un nuevo local que pueda garantizar una atención más eficiente, más rápida a los turistas nacionales y extranjeros. Entendemos que Tacna vive del turismo. Muchos de los ingresos provienen no solo del comercio tacneño, sino también de los servicios”, dijo.
Detalló que Santa Rosa tiene una infraestructura diseñada para ser un centro aduanero, prueba de ello son las ocho ventanillas de atención que se encuentra antes de la banda magnética que se usa para la revisión de equipaje.
Fernández se reunió este viernes 4 de noviembre con el gobernador de Tacna, Juan Tonconi Quispe, sus funcionarios y la congresista Esmeralda Limachi Quispe. En la cita, Tonconi dijo estar dispuesto a que su institución entregue un terreno en sesión en uso a Migraciones.
El último fin de semana, los autos que viajaban por la frontera debieron hacer largas colas por horas debido al gran flujo migratorio por el feriado largo en Arica. El jefe de Migraciones también aseveró que su nueva sede en la avenida Jorge Basadre, a pesar de ser nueva, tiene gran demanda de atención lo que hace presumir que pronto necesitarían un nuevo local.
Desde mayo, la frontera, tanto peruana como chilena, atiende a los viajantes en turnos de 24 horas durante toda la semana. En Santa Rosa, Migraciones tiene cuatro equipos de 17 personas para atender el pase de turistas. En la cita también se habló de los protocolos epidemiológicos que se aplican en los controles fronterizos de Santa Rosa y Chacalluta (Arica).