El nuevo canciller del Perú, Miguel Ángel Rodríguez Mackay, —contrario a la posición inicial del Gobierno— sostuvo que “el acuerdo de Escazú en estos momentos se encuentra archivado y allí debe estar porque no corresponde a los intereses del país”.
Rodríguez señaló en entrevista con RPP que su cuota de llegada al Consejo de Ministros es “informar, aclarar y que se sepa bien el fondo de lo que quería hacer el acuerdo de Escazú”. Según su perspectiva, este atenta contra la soberanía nacional, cuando en múltiples oportunidades se ha desmentido ello.
“Desconocimiento, desinformación, seguramente de buena fe; es la misma mirada que veo en Escazú”, agregó. Además, dijo que en la asamblea general de la OEA, que se realizará en octubre de este año, se hablará sobre “el tema cliché de la lucha contra la desigualdad y la discriminación”.
Jóvenes activistas realizan plantón frente al Congreso exigiendo la ratificación del Acuerdo de Escazú, octubre de 2020. Foto: escazuahora
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Añadió que tienen en marcha la visión de la no discriminación en el tema migratorio, pese a las medidas xenófobas en contra de los extranjeros comunicadas últimamente.
Pese a que declaró que “los países tenemos que mirar al cambio climático como un reto”, mantiene su posición respecto al acuerdo de Escazú. Parece no importar que 30 defensores ambientales y líderes sociales hayan sido asesinados por proteger sus territorios de la minería y tala ilegales, así como del narcotráfico y tráfico de terrenos.
La minería ilegal de "La Pampa" se desarrolló durante años en la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional Tambopata. Foto: Antonio Melgarejo/La República
Desde la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), las investigadoras Carol Mora y Fátima Contreras nos informan sobre los mitos acerca del acuerdo de Escazú.
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Esto es un mito. El Perú no pierde soberanía de ratificar el acuerdo de Escazú, ya que este resalta, en su artículo 3, dos principios: el de soberanía permanente de los Estados sobre sus recursos naturales y el principio de igualdad soberana de los Estados.
“El acuerdo incluye, de manera expresa, que las medidas de garantía respecto de cada derecho se realizan según su marco de legislación nacional; es decir, se respetan los estándares nacionales adoptados”, sostienen Mora y Contreras.
Escazú
Otro mito sobre el acuerdo de Escazú es que con este se limitarán las inversiones, sobre todo las relacionadas a la minería. Aquí se debe considerar que las actividades mineras deben de ser cuidadosas con el medioambiente. En diferentes ocasiones se ha reportado conflictos socioambientales por contaminación.
“El acuerdo de Escazú es un instrumento que contribuye a gestionar conflictos, legitimar decisiones e incluir a la ciudadanía en etapas estratégicas, de manera que ello generará mayor seguridad para todos los actores”, puntualizan las expertas.
En ese sentido, todas las empresas deben de tener responsabilidad en sus acciones, por lo que el hecho de que las leyes se hagan respetar no debería ser un inconveniente.
22 países de América Latina y el Caribe han ratificado el tratado de Escazú. Perú se ha negado.