Las constructoras chinas no solo hacían negocios con el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), también directamente con los gobiernos regionales y locales en el sur. Algunos son millonarios contratos, pero con indicios de direccionamiento. Es el caso de la construcción de 17 kilómetros de la carretera Pampacolca-Tagre-Tipán en la provincia arequipeña de Castilla.
Durante la gestión regional del encarcelado Elmer Cáceres Llica se encargó la obra al Consorcio CMC, integrado por Weihai Construction Group Company Limited y la Constructora y Multiservicios Carrión EIRL.
Weihai Construction tuvo nada menos como empleado al personaje que ofrecía a empresas asiáticas vulnerar el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado (Seace) para ganar licitaciones a cambio de dinero. A las que habrían utilizado ese sistema se les denominó el “Club del Tarot”. Incluso en la delación ante la Procuraduría Anticorrupción, el ahora colaborador mencionó que la organización era integrada por Ricardo Renato Beteta Luz, un lobista que conocía al mismo Cáceres. “Renato Beteta tiene vínculo también con el gobernador (Elmer) Cáceres (Llica), de Arequipa. Él (Beteta) es el lobista”, señala su manifestación.
El contrato se firmó el 9 de julio del 2019 por S/ 11 millones 887 mil 773. La obra debía culminar el 23 de diciembre del 2021 con ampliaciones, pero en visitas de personal de Contraloría, el consorcio seguía con los trabajos (octubre 2021). Casi seis meses después los problemas continúan. El consejero regional por Castilla, Silvio Arias, indicó que el compromiso en acta y con acuerdo de la Municipalidad de Tipán era reiniciar la obra el lunes 6 de junio.
Sin embargo, mediante una carta del Consorcio CMC al Gobierno Regional de Arequipa (GRA), piden una nueva reprogramación “ya que no hay acuerdo concreto por parte de la Municipalidad de Tipán”. “Se ha presentado problemas con la interferencia de canales de riego. Se reunirán para buscar soluciones. Me da la impresión que la empresa no quiere reiniciar por falta de financiamiento”, indicó Arias.
Weihai no tiene los mejores antecedentes. Cuenta con una sanción temporal de 38 meses de inhabilitación emitida por el Tribunal de Contrataciones del Estado en diciembre del 2020. Aún no está firme. La firma presentó documentos falsos e información inexacta en la licitación para el MTC. También recibió penalidades por retrasos por mantenimiento a Provias Nacional (S/ 46 544).
Weihai tiene negocios en la región Puno. La construcción del hospital del Altiplano para EsSalud por S/ 275.2 millones y junto a otra cuestionada firma asiática que sería también parte del “Club del Tarot”: China Railway N°10 Engineering Group. Con ese mismo socio se adjudicaron la construcción del hospital Manuel Núñez para el Gobierno Regional de Puno por S/ 329.3 millones. Ambas obras ya tienen problemas por falta de pagos proveedores.