Los recursos a los que acceden el equipo a cargo de investigar los delitos de trata de personas en Piura son limitados, pese a que la región es identificada como un punto estratégico para el traslado de mujeres víctimas de este delito, en informe publicado por Promsex.
Cabe señalar que la Fiscalía Especializada en Delitos de Trata de Personas informó que, a mayo del 2022, se han reportado 27 casos por este delito en la región; lo que supone un incremento en comparación a lo registrado el año anterior, en el que se identificaron 32 de estos incidentes en todo el 2021. Por otro lado, se han detectado dos modalidades de trata en la región. La primera, calificada como “más doméstica”, implica a menores de edad que son expuestas a tocamientos y proposiciones sexuales y la segunda es ejercida por mafias internacionales, quienes trasladan a mujeres desde otros países.
Según informó el fiscal provincial a cargo de esta área, Ricardo Martínez Zegarra, solo cuentan con 13 agentes policiales y no poseen un vehículo propio para trasladarse durante las intervenciones. “Este equipo también investiga otro tipo de delitos y la mayoría de agentes son varones, lo que se convierte en un limitante para tratar con las víctimas, que tienden a ser mujeres menores de edad que requieren de asistencia”, explicó el titular del Ministerio Público.
Además, el funcionario judicial apuntó que las deficiencias logísticas y de personal humano imposibilitan la persecución de las organizaciones criminales. Por ello, han adoptado una postura más reactiva. Esto implica que es limitado el trabajo de inteligencia que pueden realizar y, por lo general, responden a denuncias.
“Lo ideal sería hacer una investigación proactiva. Por ejemplo, si yo conozco que hay incidencia de este delito en Paita, se debería mandar a policías e identificar a las menores de edad que se encuentran en bares, pero por estas carencias nos hemos convertido en una fiscalía reactiva, cuando se presenta el caso recién intervenimos”, declaró el funcionario.
El fiscal resaltó que Piura no cuenta con albergues especializados para recibir a las sobrevivientes de este delito, por lo que en la mayoría de casos las menores víctimas de trata retornan al entorno familiar, que suele ser precario. En el caso de las adultas extranjeras, hasta el año pasado recibieron apoyo de un centro religioso para acogerlas mientras se logra su repatriación. Sin embargo, en ambos casos las rescatadas no cuentan con un espacio adecuado ni la red de apoyo para poder reinsertarse en la sociedad tras esta experiencia de violencia.
Pese a la incidencia del delito, las sentencias que se obtienen son pocas. El fiscal señala que se debe a distintos factores, como lo es la renuencia por parte de las afectadas a denunciar, ya que, en muchos casos, creen no haber sido víctimas de explotación sexual. Asimismo, también apuntó que los agentes policiales, en su mayoría al no contar con una formación adecuada al momento de enfrentarse a este tipo de delito, no recaban la evidencia necesaria para sostener los elementos de convicción contra los acusados.
Por último, hizo hincapié en que se requiere de trabajo de inteligencia para rastrear a miembros de mafias internacionales que se dedican a la trata, ya que suelen movilizarse constantemente y son difícil de identificar.
Si eres o conoces a alguien que es víctima de trata de personas, puedes denunciar llamando al número 1818. También puede realizarse presencialmente en la comisaría más cercana. Los efectivos de la Policía Nacional del Perú (PNP) se encuentran en la obligación de recibir su denuncia y prestar su apoyo inmediato.