Marino Morikawa Sakura es un científico peruano que, frente a los impactos del derrame de petróleo en Ventanilla, ha colocado sus conocimientos al servicio de la comunidad. El especialista es egresado de Farmacia y Bioquímica de la Universidad Norbert Wiener y posee una formación en descontaminación y recuperación de humedales y lagos, con principios de biotecnología y nanotecnología.
Frente a la catástrofe, el investigador ha hecho hincapié en la idea de que “existen diversas tecnologías para poder tratar y mitigar estos impactos ambientales” y expresó su sorpresa en una entrevista para Canal N ante la falta de un plan de contigencia por parte de todos los actores. Su intervención desde el 15 de enero ha sido constante y está orientada a mitigar el impacto del accidente causado por Repsol.
El científico nació en Huaral en 1977 y realizó sus estudios de posgrado en la Universidad de Tsukuba en Japón, en donde se especializó en ciencia de recursos naturales y de industrias investigando el tratamiento de aguas residuales para su reutilización.
Tras varios años, regresó al Perú con el objetivo de descontaminar el humedal El Cascajo en Chancay: logró recuperar el 98% del espacio. Ahora, frente al derrame de petróleo, ha asegurado que “con los equipos adecuados, dependiendo de la magnitud, si se hubiera actuado de inmediato, se hubiera salvado en menos de tres meses (...) Actualmente ya pasó hasta Barranca. “Siendo honesto, un máximo de dos años trabajando de manera correcta”, estimó Marino.
El peruano con ascendencia japonesa ha obtenido los siguientes reconocimientos:
A través de sus cuentas oficiales, Marino Morikawa brindó una lista de sugerencias a los voluntarios de los trabajos de remoción. El experto descontaminó dos kilómetros del lago Titicaca aplicando la nanotecnología y los sustratos orgánicos y usa esta experiencia para recordarle al público que los componentes químicos del crudo, en este caso, pueden causar dolores de cabeza, ojos, nariz y garganta.
Recomienda, entonces, que las personas que participan en estas actividades usen equipos especiales y la vestimenta apropiada: mascarillas, botas y mamelucos. Asimismo, reitera que la acción inmediata para ayudar a los animales cubiertos con petróleo es llamar al Servicio Nacional Forestal (Serfor) a través del número 947 588 269 o a un especialista en especies marinas. Pide que no los bañen ni alimenten.
El sábado 15 de enero, las actividades de la refinería La Pampilla, cuya empresa operadora es Repsol, ocasionaron un derrame de petróleo en Ventanilla. Han pasado una semana desde entonces y los efectos continúan: los 6.000 barriles invadieron la zona costera y llegaron hasta Chancay, en Huacho, luego de pasar por los distritos de Santa Rosa, Ancón y la provincia de Huaral.
Los derrames de petróleo son uno de los efectos más temidos de cualquier accidente marítimo. Foto: Gerardo Marín/GLR
Frente a la catástrofe, el científico especialista en descontaminación Marino Morikawa explicó que “existen diversas tecnologías para poder tratar y mitigar estos impactos ambientales” y expresó su sorpresa ante la falta de un plan de contigencia por parte de todos los actores. Así lo manifestó en una entrevista para el Canal N.
Frente a la pregunta sobre el tiempo estimado para revertir la situación, el especialista explicó que, “si se hubiera actuado de manera correcta, se hubiera salvado en menos de tres meses”. Pero, con el paso del tiempo, el problema se ha intensificado. Por eso, Marino Morikawa estimó que con los equipos adecuados podría tardar “un máximo de dos años trabajando de manera correcta”.
Ante el peligro que constituye para la salud de la población, el Ministerio de Salud (Minsa) brinda un conjunto de recomendaciones a la población, según indicó Alexis Holguín, director de Intervenciones Estratégicas en Salud Pública del Minsa.
En esa línea, el funcionario exhoró a la ciudadanía a no acudir a los siguientes balnearios por la presencia del petróleo derramado, así como playas aledañas.
En uno de sus últimos reportes, Serfor dio a conocer que, a la fecha, 51 especímenes han sido atendidos y rescatados en playas de Ancón, Ventanilla y Chancay. En la lista están 13 ejemplares de guanay (phalacrocorax bougainvillii), tres de cormorán (phalacrocorax brasilianus), 13 de chuita (phalacrocorax gaimardi), seis de pingüino de Humboldt (spheniscus humboldti), 11 piqueros (sula variegata), tres gaviotas (larus belcheri), un zarcillo (larosterna inca) y un playerito (calidris sp.).