Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), del 1 de enero al 31 de agosto de este año, se atendieron 4.151 casos de violación sexual de niñas y adolescentes mujeres. Por ello, la Defensoría del Pueblo demanda una respuesta integral por parte del Estado para prevenir, atender y proteger a las víctimas de este delito.
Desde el inicio del estado de emergencia sanitaria por el COVID-19, la Defensoría advirtió el riesgo que suponía para las niñas y las adolescentes cumplir el aislamiento social junto a sus agresores, ya que el 81,5 % de los casos, el atacante tiene un vínculo relacional familiar con la víctima.
Visibilizar la violencia a la que están sometidas las más vulnerables, cobra especial importancia en el Día Internacional de la Niña.
Según el Sistema de Registro del Certificado de Nacido Vivo en Línea del Ministerio de Salud, durante todo el 2020, se registraron 1179 nacimientos cuyas madres eran niñas menores de14 años. Y hubo 24 nacimientos cuyas progenitoras fueron niñas de menos de 10 años. Esta última cifra fue triplicada en comparación con el año 2019.
En el caso de este 2021, desde enero hasta la fecha, se registraron 860 recién nacidos de niñas menores de 14 años. Y 7 de ellas, tienen menos de 10 años.
“Esta dura realidad, resulta muy preocupante, no solo porque un embarazo de una niña menor de 14 años de edad es considerado legalmente una violación sexual, sino también representa un alto riesgo para su vida, su salud física y mental, desmorona totalmente su proyecto de vida y vulnera su desarrollo y bienestar integral”, señala el informe defensorial.
El informe sobre la “Supervisión de la atención integral en niñas y adolescentes embarazadas producto de violación sexual, en establecimientos de salud”, señala que el Estado debe adoptar medidas para reforzar la implementación de estrategias efectivas, que permitan la prevención y atención de la violencia hacia las menores.
Entre dichas recomendaciones, se instó a adoptar medidas de concientización sobre los diversos problemas y limitaciones que ellas viven. Asimismo, se motivó a promover el cumplimiento de sus derechos y sensibilización. Ello implica fortalecer los espacios de participación de ellas, con el fin de recoger sus propuestas y preocupaciones sobre la problemática abordada, así como realizar acciones dirigidas a garantizar la igualdad de género y el empoderamiento sobre sus derechos.