Marco Antonio Tapia Ibarra (52) denunció que su hija le robó 60.000 soles de los ahorros de toda su vida por su trabajo como reciclador y huyó junto a su conviviente Pablo Chaname Risco (25), así como sus nietos. Ahora, él pide que le regresen el dinero, puesto que se halla con una crisis depresiva debido al hecho.
Según los padres de Jennifer Tapia Guevara (25), esta sustrajo el dinero de la habitación de su papá el lunes 4 de octubre y escapó junto a su pareja, con quien vivía en la misma casa que sus progenitores, ubicada en el distrito de El Agustino.
“Me fui a trabajar el lunes temprano, cuando regresé no estaba mi hija y mi cuarto estaba desordenado. Ella sabía dónde guardaba la plata, pero quién iba a pensar que ella haría eso”, dijo el afectado a La República.
El agraviado se dedica a la compra y venta de chatarras por más de 15 años y el dinero robado era el resultado de su arduo trabajo junto a su esposa.
Por su parte, la madre de Jennifer pidió, entre lágrimas, que su hija hable con su progenitor y puedan negociar la devolución del dinero. Además, señaló que su yerno es quien tiene la fuerte suma, ya que le envió a su amigo un video con los fajos de billetes.
“Yo pido a mi hija que le devuelva la plata a su papá y que no le haga sufrir. Es lo único que quiero, apiádate de tu papá, Jenny, te lo digo de corazón”, dijo María Guevarra Arevalo (43). “Lo estamos pasando mal, no hemos dormido, no comemos”, agregó.
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“Ella vivía aquí, yo le mantenía a su esposo y a mi hija. Le he dado hasta el último, hasta cuarto y todo para darle buena comodidad, para que así me paguen. Nunca pensé que me haría eso y tenía bastante confianza con ellos, hasta le llevaba terapia a mi nieta porque la primera tiene derrame vial”, añadió la afligida madre.
Cuatro días de angustia y estrés han sido en los que se ha visto envuelto el padre de familia, que desconoce el paradero de su hija mayor. Él se dirigió a ella a través de este diario y le pidió tener piedad para devolverle lo robado, ya que 20.000 soles de los 60.000 soles hurtado son prestados de otra persona.
“Yo la llamo y me dice: ‘Mamá, ya lo voy a dar’, pero nunca llega. Anoche mi esposo habló con ella y le dijo: ‘Papito, yo te voy a devolver’ Son ya las 4.00 p. m. y no llega, no nos llama y no sabemos nada de ella”, exclamó su progenitora.