Uno de los casos que más emocionó a las terapistas del centro de equinoterapia Esperanza, ha sido el de José Francisco, un niño de 12 años que padecía parálisis cerebral espástica. Esta enfermedad no le permitía caminar y, tras un año de sesiones en el centro, logró ponerse de pie.
“Venía tres veces a la semana con su papá. Montaba acompañado de una terapista. Después de un año pudo montar solo y caminaba con ayuda de una persona o usando un andador”, cuenta Andrea Biondi Acosta, administradora del centro.
La terapia con caballos es una alternativa para quienes tienen dificultades motrices. Biondi explica que la equinoterapia ofrece, además del contacto con la naturaleza, la cercanía con el caballo, un animal cuyos movimientos son similares a los de la persona.
Biondi relata que el caballo marcha en un patrón cruzado, y una persona al montar recibe ese estímulo, sintiendo como si él caminara. Al volver a familiarizarse con el movimiento, la persona busca el equilibrio y con ese esfuerzo, fortalece sus músculos, mejora la postura y gana confianza.
Esperanza atiende también a niños con diagnósticos de autismo, Síndrome de Down, y adultos con ansiedad o problemas emocionales. Además de la equinoterapia, brindan terapia ocupacional y constelaciones con caballos. Esta última consiste en la sanación y crecimiento personal.
“En las constelaciones, no se monta al caballo, sino se convive con el equino a campo abierto por espacio de una hora, mientras se conversa con el terapista y hacen las dinámicas necesarias. Es una terapia nueva que en Tacna se ofrece hace dos o tres años”, comenta Biondi.
Quimera y Ratattoulli, son una yegua y un ponny, que participan de las constelaciones. Biondi recuerda que los caballos poseen una alta sensibilidad y reaccionan de una forma distinta con cada persona. Su disposición al contacto permiten a la persona aflorar sus emociones.
Debido a la pandemia, Esperanza cerró por tres meses. Para reabrir instalaron protocolos que incluyen el uso de mascarillas, desinfección constante del material de trabajo y la reducción de los grupos. Eso también ha conllevado a la reducción de sus ingresos.
Este centro nació hace 11 años con el apoyo de la organización no gubernamental Habitat Tacna Siglo XXI, el cual les facilita el espacio que ocupa en el sector de Para Grande, lote 31 (siguiendo la carretera Litoral).
“Antes de pandemia hacíamos eventos, hacíamos tómbolas, vendíamos tortas y congregábamos a mucha gente para dar a conocer el trabajo. Ahora no podemos hacer ello. Aún así el centro tiene un alto componente social, servicio a la comunidad”, señala la administradora.
Con lo último se refiere a los casos sociales que atienden, la subvención de terapias a menores cuyas familias no cuentan con recursos. A fin de ampliar sus servicios, el centro también ofrece la pre equitación (monta de caballo por fines recreativos).
Aquellos que deseen coordinar las sesiones o colaborar con el centro pueden comunicarse al 974795184 o escribir a su página oficial en Facebook que tiene el nombre de: Equinoterapia Esperanza Esperanza.
La ruta de transporte público 5 llega al centro, para quienes no dispongan de un vehículo particular.