El colapso del sistema de saneamiento en el centro histórico de la ciudad de Chiclayo empeora con el paso de los días, lo que afecta a los transeúntes, conductores y propietarios de tiendas comerciales.
Los atoros de los buzones de desagüe, el afloramiento de las aguas servidas, los olores fétidos y la presencia de vectores se registran todos los días. Esto conllevó a que la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental emita llamadas de atención a la Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel).
La República constató que uno de los buzones de la cuadra 6 de la calle Torres Paz no solo originó la presencia de líquidos contaminados, ya que también produjo el hundimiento del pavimento y el malestar de los peatones.
Esta situación es similar en la intersección de la avenida Balta con la calle Vicente de la Vega, calle Elías Aguirre, avenida José Quiñones, avenida Grau, entre otras.
Ante este problema recurrente, el jefe de la Oficina Defensorial de Lambayeque, Julio Hidalgo, no solo exigió la atención inmediata de Epsel, sino también de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCH), a fin que culmine con el peritaje técnico y financiero de la obra de mejoramiento del sistema de saneamiento del casco central.
Hidalgo remarcó a La República que se necesita dicho documento técnico para que el Ministerio de Vivienda transfiera los recursos para culminar la obra de mejoramiento de las redes de agua potable y alcantarillo en el casco central, que está paralizada hace más de ocho años.
“Se necesita una solución definitiva e integral a esta problemática que pone en riesgo a la salud pública y más cuando hay una pandemia por COVID-19″, puntualizó.