Antonio Gamero M.
Ingeniero Químico
La culminación del gasoducto del sur peruano es uno de los anhelos de las regiones al sur. Además de terminar el proyecto original, deben incorporarse ramales para que el recurso llegue a Apurímac, Puno, Juliaca, Cusco y Tacna. En ese sentido, los estudios ya están culminados.
La llegada del gas de Camisea impactará en el crecimiento del producto bruto interno regional. Se trata de un combustible eficiente para la industria, minería, así como gas a bajo costo en el consumo domiciliario, vehicular y una petroquímica.
El Perú no es un país petrolero. Contamos con reservas probadas de solo 400 MMBP (millones de barriles de petróleo), en cambio sí gas natural, cuyas reservas superan en ocho veces más al poder energético del crudo.
La concesión del gasoducto del sur se otorgó al liquidado consorcio “Gasoducto Sur peruano” encabezado por Odebrecht y las empresas Enagas y Graña Montero en junio del 2014 por US$ 7,328 millones. De esa cantidad US$ 4,600 millones eran para la construcción y los US$ 2,728 millones restantes para la operación y mantenimiento por 30 años. En ese presupuesto se consideró US$ 1,010 millones para los tramos “b y c” a Malvinas- Lima y así garantizar la seguridad energética del país.
A inicios de 2017, el Ministerio de Energía y Minas dio por concluida la concesión otorgada. El consorcio no cumplió su cierre financiero (garantizar los recursos económicos para la obra). Hasta ese entonces Osinergmin contabilizó un avance global del 36 % (US$ 1,678 millones). En consecuencia se requeriría una inversión de +/- US$ 2,922 millones para culminar el gasoducto.
En materiales y equipos se tiene el 90 % de los mismos en obra, los cuales son custodiados por una empresa extranjera por un costo anual de US$ 47 millones de dólares. A la fecha ya se han pagado cerca de US$ 200 millones. Se seguirá haciendo hasta el día en que se retome la obra.
Esperamos que en el Mensaje a la Nación del 28 de Julio, el Presidente anuncie el reinicio de esta obra y su compromiso de culminarlo en sus 5 años de gobierno.