Zaida Tecsi
El hospital Antonio Lorena en Cusco requerirá la demolición de varias áreas afectadas por el tiempo y otras por estar mal hechas. Según la evaluación del Estado de Francia, el hospital iniciado en el 2012 apenas tiene un avance del 41,6%.
El 19 de julio comenzará el desmontaje de las áreas de ventilación y las salidas de gases medicinales. Dichos trabajos costarán un millón 300 mil soles y terminarán en diciembre.
Otra fase corresponderá a la demolición de las zonas estructurales como las del búnker, áreas para tratamientos de radiación. El consorcio francés aún no define si estas acciones serán parte de la licitación principal o serán complementarias.
En la conferencia de prensa también participaron los representantes del Ministerio de Salud (Minsa), el Programa Nacional de Inversiones en Salud (Pronis) y el Gobierno regional. Ahí se presentó un nuevo cronograma.
La última licitación para la conclusión del nosocomio fracasó nuevamente. Esta vez, porque se presentó un único postor que pedía más del 230% del valor referencial, es decir, más de 1.000 millones de soles para terminar el proyecto emblemático.
Emmanuel Sixdenier, representante del Consorcio Francés a cargo de la asistencia técnica para la culminación del hospital, comunicó la desilusión. Explicó que la única empresa interesada consideró insuficiente el valor referencial de S/ 420 millones.
Se espera que en agosto se vuelva a licitar el proyecto, más simplificado y con menos riesgos. En noviembre se conocería a la empresa que por fin haga realidad el Lorena. El hospital no ve la luz desde el 2015, fecha en la que quedó paralizado.
Por su parte, el gobernador regional, Jean Paul Benavente, pidió disculpas a la población cusqueña. Lamentó que el proyecto emblemático aún no sea una realidad como lo prometió.
Argumentó que se trata de una obra de alta complejidad y la más enredada del país. “¿Cómo no pedir disculpas al Cusco? Pero estamos trabajando con transparencia y diciendo la verdad. La modalidad que hemos elegido (de Estado a Estado) es la mejor opción y seguiremos en ese camino”, dijo.
Responsabilizó a los expresidentes regionales por las complicaciones y aseguró que la obra fue severamente afectada por la corrupción. Inicialmente, la conclusión del Lorena debía realizarse en la modalidad de llave en mano, es decir, la realización del expediente técnico, la conclusión de la infraestructura y el equipamiento del nosocomio.
Ante los intentos fallidos, se buscan otros mecanismos. Como se recuerda, ya pasó un año desde que el país firmó un contrato de Estado a Estado con Francia para la asistencia técnica del Lorena y el hospital Sergio Bernales de Collique. Desde entonces, los cronogramas se modificaron una y otra vez.
La cronología del hospital Lorena es una historia de fracaso. Inició en el 2012, en la gestión del expresidente regional Jorge Acurio Tito, con una serie de irregularidades. Su sucesor, René Concha Lezama, tampoco avanzó el proyecto, pero si se sumó a la lista de anomalías.
El expresidente regional Edwin Licona Licona apenas atinó a rescindir el contrato con la constructora brasileña OAS. A los cinco meses de gestión en el 2015 paralizó las obras que ya estaban sobrevaluadas. Sin embargo, no se libró de los cuestionamientos.
Los intentos de sacar adelante el proyecto ya tienen casi dos años y medio en la actual gestión de Jean Paul Benavente. Sin embargo, la caída de la licitación causa una gran decepción en la población cusqueña.
El presidente de la Federación Médica y trabajador del Lorena, Rodolfo Larota, lamentó la noticia. Sostuvo que las esperanzas estaban puestas en que el pasado 22 de junio se firmaría el contrato con la empresa que culminaría el hospital.
“Guardaron mucho silencio. Nos dijeron que el 22 ya sabríamos qué empresa se haría cargo y a estas alturas nos dicen que no hay empresa, que no hay obra. Ahora empezarán unas obras para justificar, pero la conclusión de nuestro hospital está muy lejos”, dijo en declaraciones a La República.
Contó que el hospital de contingencia que los acoge hace 10 años no resiste más, mucho menos en tiempos de pandemia. No descartó protestas para pedir celeridad. “Queremos un verdadero compromiso y más seriedad”, agregó.