Dos jóvenes fueron asesinados y decenas de personas resultaron heridas durante las marchas registradas en la Plaza San Martín para expresar rechazo al régimen de Manuel Merino. Las imágenes que han aparecido en los últimos días mostraron cómo los agentes arremetieron contra manifestantes e incluso contra paramédicos y periodistas.
Pese a que los altos mandos de la PNP han intentado negar el uso excesivo de la fuerza y el disparo de canicas o perdigones, las cámaras de videovigilancia de la Municipalidad de Lima captaron luces refractantes después de que los agentes jalaran el gatillo.
“Lo que se ve en efecto es una luz. Da la impresión que lo que se disparó ahí fue una canica porque el vidrio sí refracta la luz”, indicó Ricardo Valdés, exviceministro del Interior, en Cuarto Poder.
Según el manual de operaciones de mantenimiento y restablecimiento del orden público de la Policía Nacional, los agentes no pueden utilizar perdigones de plomo o canicas. No obstante, Jack Bryan Pintado e Inti Sotelo murieron por múltiples heridas causadas por proyectiles de ese material.
De acuerdo con América TV, los médicos también retiraron canicas de la espalda del fotógrafo Alonso Chero y del tórax del manifestante Percy Pérez Shapiama.
La PNP podía utilizar gas lacrimógeno y perdigones de goma, pero bajo reglas estrictas de no impactar al cuerpo con las latas de gases y no disparar a la cabeza. Sin embargo, las capturas demostraron lo contrario.
“Los perdigones de plomo penetran, mientras que los de goma no son letales. En el caso de los primeros, los efectos son mortales, por lo que no están autorizados”, comentó Zamir Villaverde García, experto en seguridad SVIT.
Es justamente el uso de la fuerza excesiva por el que Manuel Merino, Ántero Flores-Áraoz y Gastón Rodríguez, exministro del Interior, enfrentan una investigación fiscal por presunto abuso de autoridad y homicidio, así como la denuncia de varios organismos a favor de los derechos humanos.