Represión. Pese a que las protestas contra Manuel Merino se realizan de forma pacífica, manifestantes denuncian que la Policía Nacional lanzó cerca de 10 bombas lacrimógenas contra ellos, en un intento de dispersarlos. Esto a la altura del cruce de las avenidas Abancay y Colmena.
Ante esta situación, los ciudadanos empezaron a dispersarse al promediar las 20.30 horas. Además, reportan el uso de indebido de perdigones, cuyos sonidos son audibles en las emisiones de la prensa.
También, según la transmisión de RTV, hay un joven herido en la pierna. Los paramédicos lo auxiliaron.
La misma situación se suscitó en el jirón Azángaro, donde los ciudadanos también fueron reprimidos por la PNP.
A pesar de este escenario confuso, la movilización continuó en el Centro Histórico de Lima, a donde diversos colectivos feministas, de trabajadores, jóvenes estudiantes y ciudadanos de todas las edades llegaron para mostrar su rechazo a la toma de poder de Manuel Merino.
Posteriormente, la represión policial se ejecutó en el jirón Azángaro, donde las bombas lacrimógenas y perdigones también fueron utilizados.
Además, Bomberos de la Unidad N° 5 de Breña llegaron hasta el lugar para auxiliar a los manifestantes afectados por las bombas lacrimógenas o heridos por los perdigones.
Este uso indebido de la fuerza policial se realiza a pesar de que organismos internacionales como la ONU señalaron su preocupación ante la vulneración de derechos en Perú durante las protestas desatadas por la vacancia presidencial de Martín Vizcarra.
En la ONU, Jan Jarab, representante de Derechos Humanos en América del Sur, aseveró que su oficina está recibiendo reportes de lo que sucede en las protestas en Perú y refirió que es inquietante. Al respecto, llamó a las autoridades a asegurar el derecho a protestar, evitando la intromisión policial excesiva.
“La Policía tiene la obligación de observar en todo momento las normas internacionales sobre uso de la fuerza en la gestión de manifestaciones, absteniéndose de utilizarla de manera ilegal, excesiva o arbitraria. Las escopetas con munición potencialmente letal pueden ser utilizadas solo para hacer frente a una persona que represente una amenaza inminente de muerte o lesiones graves, no para dispersar manifestantes”, recalcó Jarab.