La Organización Mundial del Turismo estima que, después de la pandemia, la tendencia de los viajeros serán destinos turísticos cercanos. El director regional de Turismo, David Rendón Cohaila, sostuvo que esa es una buena señal para Tacna, ciudad fronteriza con Arica.
El cierre de la frontera provocó un colapso en Tacna. El 60% de los más de 300 restaurantes está cerrado, solo 20% de hoteles operativos y pérdidas por 200 millones de dólares. Esos negocios captaban al turismo chileno.
Propuestas
Sin embargo, el presente es crítico para estos operadores. Eso se visibilizó en una reunión el viernes pasado con el gobernador Juan Tonconi Quispe.
Participaron la Asociación de Empresarios y Emprendedores de Turismo, la Asociación Hoteles, Restaurantes y Afines (Ahora) y la Asociación de Productores Vitivinícolas de Tacna (Aprovitac).
La presidenta de Emaltur, Milca Vásquez, propuso que las empresas de energía eléctrica y agua potable reduzcan sus tarifas para empresas vinculadas al turismo durante esta pandemia. Las empresas que aún sobreviven, siguen pagando una tarifa comercial.
También pidió congelamiento de deudas financieras y la creación de un fondo regional que financie la migración a otra actividad o adicionar otro rubro. Vásquez considera que sin estos auxilios pocos podrán resistir a la reactivación.
Advirtió que aún si la frontera con Chile fuera abierta en octubre, se estima que solo el 30% de los turistas chilenos llegarían a Tacna. Estiman que la recuperación de este sector tomaría un mínimo de 4 años.
Los representantes de agencias de viajes hicieron notar que sólo el 10% de empresarios tuvieron acceso a créditos de Reactiva Perú. Rendón detalló que esta rama del turismo es la más afectada, de 54 agencias solo 20 se mantienen.