El último miércoles 16 de setiembre, el Poder Judicial de Ventanilla dejó en libertad a un hombre que cinco días antes fue sindicado por una menor de edad por tocamientos indebidos. A pesar de que ella aseguró en la cámara Gesell que las agresiones no eran recientes y no sería la única víctima, un juez desestimó el pedido de prisión preventiva en contra del sujeto.
La audiencia de pedido de prisión preventiva contra Anthony García Mori, de 26 años de edad, por el presunto delito contra la libertad sexual en la modalidad de tocamientos, actos de connotación sexual y actos libidinosos en agravio de menores también se realizó el 16 de setiembre. Nueve meses de cárcel había solicitado la Fiscalía Provincial Especializada de Violencia contra la Mujer del distrito de Santa Rosa (Lima).
De acuerdo a las declaraciones de la niña, tomadas en la cámara Gesell y registradas en el expediente fiscal, García Mori la tomó por la fuerza para tocarla. Todo ocurrió en un inmueble de la Asociación Hijos de la Arboleda en la jurisdicción de Lima Norte.
El requerimiento estaba basado principalmente en una sospecha de peligro de fuga, debido a que el acusado no contaba con arraigo domiciliario, familiar y laboral. Sin embargo, el abogado de la menor aseguró que la defensa técnica del presunto abusador cometió algunas irregularidades.
En primer lugar, se presentó una declaración jurada de trabajo, en la que se precisa su labor como obrero de construcción con un jornal de 50 soles diarios; afirmación que sería falsa, ya que en la pericia psicológica dijo que no tenía trabajo estable. Ambos documentos se encuentran anexados en el expediente.
También se mostró una declaración de domicilio en Santa Rosa, el mismo en el García vive con su tía desde hace dos años. No obstante, las autoridades verificaron en Reniec que el imputado tiene a la provincia de Maynas, Loreto, como lugar de residencia.
Finalmente, la solicitud fue desestimada por el juez. De acuerdo al relato de Víctor Noriega Tejada, abogado de la menor, el magistrado aceptó ambas declaraciones y no consideró como convincente el resultado de la entrevista en dicha habitación.
La defensa consideraba esta evaluación como importante, puesto que reveló que las agresiones sexuales se efectuaban desde el mes de marzo y que habrían ocurrido también con otras menores de la zona. Las conclusiones del examen admitieron que existió afectación psicológica contra la pequeña, por lo que se recomendó orientación y consejería para ella y su familia.
“Para él, los resultados no son suficientes para incriminar a este tipo. ¿Yo no sé qué está esperando el juez, que sea ultrajada para que se tipifique como violación?”, dijo Noriega Tejada en diálogo con La República.
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Anthony García Mori mantenía contacto cercano con la familia de la pequeña porque es amigo y excompañero de labores de su padre biológico. Asimismo, es sobrino de la madrastra de este último.
La pequeña confesó lo sucedido a su bisabuela quien no dudó en decírselo a L.M.Y., madre de la niña. Esta última acudió a la comisaría para denunciar al agresor de la mayor de sus siete hijos. La detención del individuo se efectuó en la puerta de su hogar de donde fue llevado a las instalaciones de la dependencia policial.
El caso se encuentra en investigación en el Tercer Despacho de la Fiscalía Provincial Especializada en Violencia Contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar del distrito judicial de Ventanilla.
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Este medio buscó contactarse con la mamá de la niña; no obstante, fue el padre quien respondió a nuestra llamada e indicó que por el momento no estaban “enfocados en el tema”, debido al reciente nacimiento de su hijo.
“Estamos viendo ahorita otros temas, estamos dejando nomás que siga su proceso. Por eso, lo dejamos en manos de la justicia”, indicó W.M.L.
El abogado de la niña denunció que la madre ha sido presa de coacción psicológica por parte de su pareja, así como de su suegro.
“Psicológicamente le dicen que le va a hacer daño a este muchacho (Anthony). La están mortificando con lo que podría pasarle dentro de la prisión al sujeto”, advirtió el letrado, quien relata que el padre de la menor habría pedido detener el proceso judicial. “Él (M.L.) no ha dejado que la señora declare e incluso me pidió que les mintiese a los efectivos policiales diciéndoles que ella ya no se encontraba allí”, añadió.
Intentamos conocer la versión de Anthony García Mori, así como la de su abogado, pero no recibimos respuesta. El primero tiene su celular apagado, mientras que el segundo no contesta las llamadas. Sin embargo, las autoridades habrían restado importancia a lo ocurrido, según la información que se encuentra en el expediente del caso.
“Yo solo jugaba con los niños, yo juego a las peleas con palos, como hay trapos que sobran nos envolvemos y empezamos a boxear”, indicó Anthony García en la pericia psicológica, realizada el último 13 de septiembre.
Asimismo, señaló que el tocamiento se suscitó en un “descuido” mientras jugaban ajedrez cuando asistía al hogar de su presunta víctima para “entretenerse”. Sobre los tocamientos indebidos, el inculpado apuntó que “tal vez fue un descuido” mientras la cargaba durante el juego.
Reconoció, también, que la relación con los hijos de la familia era frecuente. “No juego con otros niños, con ellos sí, porque paro en la casa”. Si bien dijo no interactuar de manera lúdica con otros menores, sí reveló que había abrazado a una de las hijas de una vecina, dueña de la bodega adonde solía acudir para beber alcohol.
Horas después de dar esta primera versión, el presunto agresor cambiaría su alegato ante el Ministerio Público, que tomó su declaración de manera virtual, la misma que fue confrontada con los resultados de la entrevista a la niña en la cámara Gesell. En dicha intervención, él negó haber atentado contra la menor.
Rechazó que haya estado en casa de su presunta víctima el día de los hechos e indicó que no se acercaba allí desde que se decretó el estado de emergencia; pese a que en un primer momento aceptó su presencia. De igual manera, desconoció por completo a la otra menor que afirmó haber abrazado, así como a su madre, y que nunca asistió al domicilio de la misma.
¿Dónde pedir ayuda ante casos de violencia contra la mujer?
Si usted ha sido o conoce a alguien que ha sido afectada o involucrada en hechos de violencia familiar o sexual, puede comunicarse de manera gratuita a la Línea 100 del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, que cuenta con un equipo especializado en “brindar información, orientación y soporte emocional”.
Además, la Línea 100 tiene la facultad de derivar los casos de violencia familiar o sexual más graves a los Centros de Emergencia Mujer o al Servicio de Atención Urgente.