Un día después de la muerte del niño de 2 años y 4 meses que cayó a un profundo pozo en medio de un parque del Cercado de Lima, ninguna autoridad asume algún tipo de responsabilidad por el lamentable hecho que ha generado conmoción.
Tal parece que el pozo de 51 metros de profundidad y 40 centímetros de diámetro no tuviese un responsable, según lo que han afirmado Sedapal y el municipio de Lima, los cuales se han culpado mutuamente.
El mismo día del accidente, mientras los bomberos buscaban rescatar al pequeño, la empresa Sedapal respondió que el forado -que se encontraba cubierto solo con césped- no era de su administración y aclaró que lo que sí le correspondía era el pozo piezométrico que se ubicaba a tres metros del lugar, en pleno parque Triángulo Paredes de la urbanización Roma.
Sin embargo, horas después de que se conociera que el menor murió ahogado tras caerse sobre metro y medio de agua, la comuna de Lima aseguró que el pozo le pertenece a Sedapal, la cual debe encargarse “de darle mantenimiento a toda la red e infraestructura de agua y alcantarillado de la ciudad”. La gestión de Jorge Muñoz también precisó que no tenía registro ni conocimiento alguno sobre dicho agujero con más de 30 años de uso.
En ese sentido, solicitó a Sedapal que informe sobre la existencia de pozos similares en otros puntos de la ciudad, con el objetivo de tomar medidas.
Pero nada de eso es suficiente para los padres del niño de 2 años, cuyo cuerpito fue rescatado en horas de la madrugada por los bomberos y policías.
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“Esto le pudo haber pasado a cualquier otro niño. Nosotros salimos al parque en familia. Todo sucedió en minutos. Yo intenté cogerlo cuando se abrió el hueco, pero no pude y mi hijo se fue”, contó desconsolado César Robles. En tanto, su esposa Betsabé Sánchez pidió dar “con los responsables de esta negligencia y que estos den la cara”.
A su vez, el abogado de la familia, José Ocampo, adelantó que denunciarían al municipio de Lima, en la persona de Jorge Muñoz, y a otros funcionarios por no haber cumplido con el ornato y el cuidado del parque.
"Si incumples una función, se convierte en un delito de homicidio culposo. Estamos hablando de alguien que incumplió sus deberes", aseveró el letrado.
La Defensoría del Pueblo exigió una rápida investigación y manifestó que -en el caso de que el pozo fuese de Sedapal (lo que la hace responsable)- el municipio de Lima tenía la responsabilidad del cuidado y mantenimiento de los espacios públicos. Así, lamentó que ambas instituciones no asumieran responsabilidades por el abandono del peligroso pozo.
Cerro Azul. En agosto del 2018, el caso de una niña de 2 años generó dolor en la población. Ella fue hallada sin vida en un buzón de agua de la plaza de Armas.
Tumbes. En julio del 2019, una niña de 2 años falleció ahogada tras caer a un buzón de desagüe mientras jugaba en la villa de Puerto Pizarro.
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