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Sociedad

La lucha de Carmen, madre de una víctima de feminicidio: más de un año en busca de sentencia

En abril del año pasado, Carmen Mendoza encontró a su hija asesinada en su propia casa. Su pareja confesó el crimen de Esteffany Flores, pero aún no hay justicia. Hoy se desarrolla juicio oral y esta madre pide cadena perpetua para el feminicida.

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José Luis Falcón se negó a declarar en la primer audiencia del juicio oral, según denunció Carmen Mendoza. Foto: Pólemos / Archivo

“Él reconoce que la mató, la golpeó, pero dice que no había crueldad ni alevosía. Pero a mi hija la encontré amarrada, maniatada, luego la metió en una maleta y en un costal de rafia para esconderla. ¿Acaso eso no es cruel?”, señala Carmen Mendoza Polanco, quien a sus 57 años, batalla para que el sistema de justicia oiga su voz y sentencien a cadena perpetua al asesino de la menor de sus hijos, Estefanny Flores, víctima de feminicidio el 13 de abril del año pasado.

Estefanny Flores Mendoza tenía 20 años cuando fue golpeada y asfixiada hasta la muerte por su pareja José Luis Falcón Gutiérrez (30). Este confesó ser el autor del feminicidio, pero aún no hay sentencia para el sujeto que apagó los sueños de una joven que, debido a los constantes maltratos, había decidido poner fin a una violenta relación de tres años.

Los primeros días de febrero Estefanny terminó la relación sentimental que mantenía con José Luis; sin embargo, ambos tenían un negocio y aún se veían. El sujeto aprovechó esta oportunidad y el 23 de marzo intentó matarla ahorcándola. “Ella me dijo que él le confesó diciendo ‘Yo te iba a matar, pero me diste pena, cuando te vi desmayada en la cama'. Fuimos a denunciar y los policías de la comisaría Sol de Oro se burlaron y no querían que la acompañe porque ya era mayor de edad, ella se avergonzó. Las medidas de protección llegaron después de su asesinato”, narra Carmen Polanco a La República.

Estefanny Flores fue asesinada 20 días después de la denuncia por tentativa de feminicidio. Y la orden de protección a su favor, llegó el mismo día que su madre la enterraba.

Medidas de protección a favor de Estefanny Flores llegaron cuando ella ya estaba muerta. Foto: Cortesía / La República

Sin embargo, según el artículo 16 de la ley 30364 “Ley para prevenir y sancionar la violencia contra las mujeres y el grupo familiar”, las medidas de protección para proteger la vida de las víctimas deben ser emitidas en un máximo de 72 horas luego de asentada la denuncia.

Después del feminicidio de Estefanny, la vida de Carmen se volcó a la búsqueda de justicia. Idas y venidas en juzgados, fiscalías, pedidos de ayuda al Ministerio de la Mujer, plantones, manifestaciones, llanto, desesperación, ansiedad e incluso depresión. Ella quiso y quiere que el asesino confeso de su hija sea sentenciado a cadena perpetua.

Sin embargo, según Carmen, la actuación de la abogada Nancy Quispe -asignada por el Mimp- imposibilitaría que la familia pueda apelar a la condena que la Corte Superior de Lima Norte asignaría al asesino. Ello, porque la madre de Flores no figura como actor civil o “denunciante” en el caso judicial, tal como le explicaron a la señora Mendoza. Una traba más a la que enfrentaría esta madre que solo demanda una sentencia ejemplar en un país en el que la violencia machista se cobra la vida de una mujer cada 48 horas, aproximadamente.

Día del feminicidio y confesión

La mañana del viernes 12 de abril fue la última vez que Carmen vio con vida a su hija menor. Ella llegó a casa, ubicada en el distrito de Los Olivos, durante la noche y su padre constató ello, antes de salir. En su vivienda solo permanecieron ella y su hermano que presenta algo de retraso. José Luis Falcón sabía ello porque vivió con ellos y conocía esta rutina, según Carmen Mendoza.

Al día siguiente, esta madre estaba preocupada por su hija, puesto que no aparecía. Nada les hacía sospechar que su cadáver estaba en su propio cuarto, que Falcón había aprovechado la soledad de la casa para asesinar a quien fue su pareja y hasta había escondido el cadáver en la misma habitación. El horror del machismo había cobrado a su víctima 50, en un año en el que el número de feminicidios alcanzó la cifra más alta desde que se tipificara este delito, hace una década.

Recién el domingo 14 de abril, la Policía llegó a la casa y le señaló a la familia que José Luis Falcón había confesado el feminicidio de Estefanny Flores. “Yo quiero que ese hombre reciba cadena perpetua, un año luchando por mi hija, que fue asesinada solo por ser mujer, nadie merece morir así de esa forma tan violenta”, exclama Carmen.

Y es que, por ejemplo, durante todo el proceso, la reconstrucción del crimen fue aplazada en seis ocasiones, solo porque el feminicida confeso se negaba a participar. Aún así, la tenacidad de esta madre logró que el juicio oral no se posponga más y el pasado 25 de junio se desarrolló la primera audiencia oral, en la que declararon los testigos.

Activistas llaman a convocatoria para exigir cadena perpetua para feminicida José Luis Falcón. Foto: Twitter

Piden cadena perpetua

Hoy, lunes 6 de julio, se desarrollará la segunda audiencia en la que el fiscal a cargo, Yoel Valverde Silva, presentará las pruebas seleccionadas en más de un año de investigación.

El caso de feminicidio agravado está a cargo de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte, por el Juzgado Colegiado compuesto por los jueces Juana Beatriz Durand Flores (jueza principal), Angela Garcia Vivanco y Edgardo Asenjo Tamay. El fiscal pide cadena perpetua, pero el feminicida intentaría acogerse a la figura de conclusión anticipada, lo que llevaría al juzgado, según jurisprudencia, la reducción de la pena a 25 años. Sin embargo, el Nuevo Código Procesal Penal imposibilita este efecto en los delitos de feminicidio y contra la libertad sexual.

“Él busca la pena mínima, el fiscal que está actuando de oficio está pidiendo 15 mil soles como reparación civil, pero mi hija tenía su negocio, mi hija trabajaba. Sin embargo, más que la plata, lo que pedimos es la cadena perpetua por la crueldad con la que la mató.

“¿Por qué se nos maltrata a las familias, por qué tenemos que soportar esto, no ven nuestro dolor nuestro sufrimiento? Desde el día que mi hija está muerta, esta herida no la puedo cerrar. Esta sociedad nos maltrata, nos margina por ser mujeres. Somos gente pobre, no tenemos a nadie y por eso nos revictimizan, pero yo tengo voz, existo y quiero justicia”, pide esta madre.