Más de veinte personas asistieron a una misa en la parroquia “Las Carmelitas” en el distrito de San Jerónimo de la provincia de Andahuaylas, región Apurimac. No les importó que este tipo de reuniones sociales estén prohibidas como parte de las medidas sanitarias para evitar contagios de COVID-19.
Los agentes de la Policía Nacional llegaron hasta este lugar y, como corresponde, multaron a los infractores. Este acto litúrgico era presidido por el sacerdote Fredy Quispe Rivas, cuando la misa había terminado llegaron los agentes de la División Policial de Andahuaylas.
Tras explicar a los asistentes la infracción que habían cometido procedieron a multar a 18 personas, entre ellos el cura. La falta corresponde al nivel muy grave, por desarrollar actividades sociales, recreativas, culturales, religiosas de aglomeración por concurrencia masiva o en vía pública; a esto corresponde una multa que asciende a los 387 soles.
Al lugar también asistieron niños y adultos mayores que sobrepasaban los 80 años de edad, estos últimos fueron exonerados de ser multados.