Como su paisano César Vallejo, el médico santiaguino Waymer Benites murió en abril y en Semana Santa. No en París ni con aguacero sino en el distrito limeño de La Victoria, en el Hospital Almenara, adonde fue llevado por contraer el Covid-19 en su trabajo, el Centro de Salud Santa Rosa de San Juan de Lurigancho, zona capitalina muy afectada.
“Siempre contagiaba su alegría y buena predisposición. Él, hasta con sus propias manos, construía ambientes para su querido centro de salud Santa Rosa”, dicen de Benites.
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Su colega Rafael García cayó el siguiente mes, en Iquitos, y también destacaba por su entrega. Cuando llegó la pandemia, le dijo a su esposa, Lisbeth Castro: “Voy a atender por teléfono, a cualquier hora”, según relató ella.
Benites y García son dos de los 33 médicos que han dado su vida en la lucha contra el Covid-19 en nuestro país. Desde diferentes puntos del Perú, integran esa lista de mártires que, pese a lo desconocido y la precariedad, mostraron el valor de su vocación.
De este grupo, la mayoría del interior del país: 14 de Iquitos (Loreto), cinco de Pucallpa (Ucayali), dos de Chiclayo (Lambayeque), uno de Piura, uno de Chimbote (Áncash) y otro de Lima provincias. Siete médicos son de Lima Metropolitana y dos del Callao.
En una sentida ceremonia, el Colegio Médico del Perú homenajeó a estos 33 mártires de bata blanca. Además, reconoció a 12 médicos que vencieron al virus y volverán a servir en la dura Iquitos. Se salvaron al ser trasladados a Lima con ayuda del Colegio.
Los sobrevivientes que vuelven son Favio Sarmiento, Silvia Soplín, Juan Merejildo, Robin Mossner, Emerson Lino, Josué Pacaya, Carlos Achaval, Víctor García Chong, Boris Segovia, Elmer García Uribe, Manuel Bautista Rivera y José Vela García.
“Tenemos miedo, mucho miedo no solamente porque probablemente nos podemos reinfectar, a tener una recaída… Pero vamos a ir con mucho cuidado, vamos a volver para seguir apoyando, dar soporte a nuestros hospitales, a nuestros establecimientos y poder seguir apoyando a la población para lo cual hemos sido formados”, expresó Lino.
“Perdí a mi padre, quien tuvo como sueño más anhelado que fuera médico. Mi hermano y mi esposo también son médicos y mi cuñada enfermera. Todos contrajimos el virus y no sabemos en qué momento le trasmitimos a mi papá. Intentamos salvarle la vida, pero partió dejándonos una lección: a pesar de todo, seguir en la batalla”, contó Soplín.
Hasta ahora, hay mil 773 médicos infectados y 33 fallecidos, según el Colegio Médico. De los contagiados, 28 luchan por su vida en unidades de cuidados intensivos (UCI).
En la ceremonia, el decano del Colegio Médico, Miguel Palacios, anunció que su institución presentará al Congreso un proyecto de ley para que los deudos de los médicos fallecidos en la pandemia del nuevo coronavirus reciban una pensión vitalicia.
“Por la memoria de nuestros fallecidos tiene que hacerse realidad la pensión vitalicia que en algo logre paliar la pérdida y servir para cumplir los sueños de nuestros fallecidos. Quedan muchos niños y padres abandonados en una muerte que se pudo evitar”, dijo. Además, aseguró que el Colegio investigará los decesos de los médicos.
En el evento, estuvieron los congresistas apepistas Fernando Meléndez, elegido por Loreto, y Omar Merino, actual presidente de la Comisión de Salud del Parlamento.
“Perdí a muchos amigos con quienes tuve oportunidad de compartir en las aulas universitarias. Con enorme dolor he visto el drama de esta catástrofe”, adujo Meléndez.
Destacó que ya tiene un proyecto para dar pensión a los deudos de los médicos. “Qué bien que el Colegio Médico nos acompañe porque es lo mínimo que podemos hacer por ellos”, dijo.
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