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Sociedad

Reservista militar: “Volver al Ejército es darle un sentido patriótico a mi vida”

Leonardo Santos es un joven de 23 años, quien retornó a la institución para servir a su país durante el estado de emergencia por el COVID-19.

Desde este lunes 1 de abril, los reservistas de las Fuerzas Armadas se reincorporaron a la institución. Todos ellos dejaron sus trabajos, familias y actividades cotidianas para servir a su país durante el estado de emergencia decretado a fin de evitar la propagación del COVID-19.

La historia detrás de ellos refleja la entrega y patriotismo que tienen con su país y la institución. Prueba de ello es un joven de aproximadamente 23 años llamado Leonardo Santos. Con una sola frase expresa su sentir de retornar al Ejército.

“Volver al Ejército significa darle un sentido más patriótico a mi vida. Renuncié a mi trabajo de telecomunicaciones con tantas ganas y me vine temprano para enrolarme con mis compañeros”, relata sumamente emocionado.

Al igual que él, dos de sus amigos de promoción participaron de la reincorporación. Lerin Cahuichi Sosa y Ronaldo Huayta Pineda dejaron sus empleos para supervisar que los millones de peruanos cumplan con el aislamiento e inmovilización obligatorio.

Tras enterarse de la reincorporación, Ronaldo consiguió trabajo como seguridad de un casino en San Juan de Lurigancho.

“Vine a Lima para trabajar como seguridad, la capital es distinta, la gente tiene otras costumbres. Volver aquí es para seguir resguardando las calles y mira ahora, en el Ejército, como la primera vez”, expresa.

Pese a la emoción, Lerin se encuentra preocupado pues teme perder su trabajo en una empresa de alimentos. Él pide que la institución le otorgue una licencia para no perder su empleo.

Ronaldo, Lerin y Leonardo se conocieron durante su voluntariado militar en Iquitos en el 2017 - 18. Desde entonces, su vida militar los unió y hoy los vuelven a juntarse en una situación de necesidad nacional.

Amor por el Ejército

Una historia similar ocurre con Jorge Yahuarcani Pizango, quien llegó hace un año desde Tumbes y ejerció su servicio militar en Zarumilla. Tanto es su amor por la institución que lleva un tatuaje de su grupo de Artillería en el hombro.

Actualmente vive en el Callao y trabajaba en una fábrica de alambres. Cuando se enteró de la noticia, no dudó en reincorporarse.

“Servir a mi patria es volver a sentir emociones que le dan más sentido a mi vida. Me enteré y no lo dudé ni un segundo, para mí es una segunda oportunidad militar y busco reengarcharme”, cuenta.