El proceso de la Vía Expresa está relanzado desde enero. No hay riesgo de que quede nuevamente truncado, dijo José Luis Farfán, director ejecutivo del proyecto especial Plan Copesco del Gobierno Regional del Cusco. Eso equivale a decir que la acción de amparo de la familia Pacheco Sequeiros no afectará el proceso, porque existe un laudo arbitral que dice que la Región tiene total derecho para usar los predios.
Además, existe una ley de expropiación que permite reconocer derecho de propiedad sólo a los que tengan pruebas. “No hay riesgo en la obra desde el punto de vista legal”, dijo Fernando Gallegos Inquiltupa, asesor legal del Proder.
El 29 de marzo concluye el período de observaciones, la primera quincena de abril se recibe las propuestas y en mayo tendríamos un postor ganador. “Se está cumpliendo con los cronogramas”, anotó Farfán.
De las nueve empresas precalificadas por el Banco Mundial hay cuatro que han mostrado su interés de participar en el proceso, mientras que hay otros dos que es muy posible que también lo hagan.
Farfán sostuvo que se escogerá a la propuesta más económica siempre que sea consistente, es decir, que sea una propuesta mayor o menor en 15% en relación al valor referencial.
El costo de la obra, según el expediente técnico, asciende a S/ 342 millones. Eso incluye -a diferencia del proceso que se cayó el año pasado- el componente nodo Versalles, conjunto de obras con puentes y otros, que está avaluado en alrededor de S/ 15 millones.
Hasta ahora el Plan Copesco gastó más de S/ 12 millones del presupuesto del proyecto. De esa cantidad S/ 6 millones fue usado para la elaboración del expediente técnico, S/ 1 millón en la supervisión, S/ 4 millones en el pago de justo precio de tierras por donde pasa la vía (PACRI) y el restante en pago de sueldos.