A mediados de febrero de 2020, el Patrimonio de la Humanidad, Machu Picchu, ubicado en Cusco, contará con 18 cámaras de videovigilancia, para prevenir, actuar y sancionar con prontitud las conductas que dañen la integridad de una de las siete maravillas del mundo.
Puente Ruinas, Inti Puku y puente Inca serán las zonas estratégicas del santuario histórico donde se instalarán las nuevas cámaras, a las 6 existentes. También, el punto de acceso de Huayna Picchu es otro de los espacios arqueológicos que contará con videovigilancia.
Según el jefe del parque arqueológico Machu Picchu, José Bastante, ya se encuentra instalada la fibra óptica y mediante una señal repetidora permitirá la incorporación de las cámaras en los espacios identificados.
José Bastante declaró que dicha medida surge tras los daños inconmensurables que ha sufrido el Patrimonio de la Humanidad, cuya integridad ha resultado afectada seriamente.
“En los últimos años se han presentado una serie de incidentes. Turistas desnudos que corrían, se tomaban fotografías y filmaban, acampaban, defecaban y mantenían escenas pornográficas”, detalló.
Así también, contó que el pasado 12 de enero 6 turistas ingresaron al complejo arqueológico y destruyeron parte del muro arquitectónico y defecaron en una zona restringida.
Cinco del grupo de turistas (una francesa, un argentino y 2 brasileños) fueron expulsados del Perú y están prohibidos de ingresar por 15 años. El sexto de nacionalidad argentina fue condenado a 3 años con 4 meses de prisión suspendida y al pago de 5000 soles, una vez cumplida la pena será expulsado del Perú.
El jefe del parque arqueológico sostuvo que en la ciudadela inca hay 60 vigilantes, 60 especialistas en conservación y mantenimiento y 40 personas que se encuentran en puestos de control y registro. “Machu Picchu es un espacio sagrado de un valor excepcional y el fin supremo es la conservación para las futuras generaciones”, resaltó.