Por: Milagros Berríos
Tres años después de iniciar el servicio, los operadores del Corredor Morado evalúan suspender su funcionamiento debido a que, según denuncian, la Municipalidad de Lima ha incumplido una serie de compromisos, tales como el retiro de rutas tradicionales del Callao y Lima, la fiscalización del transporte informal y la adecuada implementación de los carriles exclusivos.
Así lo ha dado a conocer el presidente de la junta de operadores de este eje vial, Gerardo Hermoza, quien detalló que el corredor registra pérdidas económicas que, desde enero, superan los 18 millones de soles. “De los 250 buses, 40 han dejado de operar porque no tenemos dinero para darle mantenimiento”, dice el también representante del consorcio Santa Catalina.
En esa línea, señala que si este mes la comuna capitalina, a través de Protransporte, no implementa mejoras en el corredor San Juan de Lurigancho-Av. Abancay-Av. Brasil, se planteará el corte del servicio. “Si su inacción continúa, los operadores van a mandar la solicitud de suspensión de concesión, ya que el contrato lo permite”, precisa.
Una de las principales exigencias, incluida en un acta firmada el 2016, es el retiro de al menos 10 rutas de Lima y Callao (algunas de empresas ‘cascarón’) que compiten directamente con el corredor. Entre ellas está la empresa Patrón San Sebastián (también conocida como la Línea 50) del dirigente Julio Rau Rau, que ni siquiera tiene autorización para funcionar en Lima, según el mismo municipio.
"Se necesita que retiren a todas las rutas que afectan el servicio y que se fiscalice el uso del carril exclusivo. En puntos de caos vehicular, la velocidad promedio de los buses es 3 kilómetros por hora", señala Hermoza, quien agrega que esto impacta en el servicio y provoca demoras.
Otro problema es que las principales avenidas del Corredor Morado no han sido incluidas en el plan ‘pico y placa’, que busca facilitar el tránsito de estos buses y atacar a los ‘colectivos’. “No han tomado en cuenta al distrito con más población de Lima (SJL). Ahora cuando los autos no puedan circular en el Corredor Azul irán a Abancay”.
Por su parte, el gerente general de Protransporte, Daniel Figueroa, señala que este año se han retirado 11 rutas (más de 600 unidades) y quedan 6 informales en este eje. “El 2018, por la coyuntura electoral, se dejó de fiscalizar y eso provocó que empresas como San Sebastián se empoderen en las vías. Hoy hemos retirado 6 rutas, pero pasa algo particular: son casi 180 buses (informales) que tienen fuerza y apoyo de alguna parte de la Policía. No nos deja capturarlas”.
Figueroa argumenta que los principales problemas para el retiro de rutas son la falta de depósitos y el escaso apoyo de policías, quienes incluso han llegado a detener a fiscalizadores.
En relación al 'pico y placa', dice que este sistema no ha sido implementado en sus vías debido a que aún continúan los trabajos de Sedapal tras el aniego.
Asegura que en las próximas dos semanas habrá un carril exclusivo reversible entre la zona del óvalo de Zárate (SJL) y la Av. Abancay para que el tiempo de viaje se reduzca de 40 a 8 minutos. También implementarán fotopapeletas en el corredor.
Figueroa señala que si se suspende el servicio saldrían del sistema legal. Previo a ello, deben pasar por un trato directo y si no funciona, un arbitraje. “Hacemos lo posible para ayudarlos”, agrega. Así, los operadores esperan que los anuncios se cumplan.
Este corredor ofrece 4 servicios y un recorrido de más de 70 km. Su tarifa es de 1,50 soles.
El pasado 11 de julio, Protransporte y los operadores firmaron un acta de compromisos. “No se ha cumplido nada”, dicen.
Ángel Mendoza, representante de los consorcios de los corredores, señala que en otros ejes viales también se reportan pérdidas. Se necesita con urgencia el carril exclusivo y la fiscalización de los ‘colectivos’.
Situación del Corredor Morado