La limpieza del cepillo de dientes es una práctica subestimada por la mayoría, a pesar de que este utensilio acumula gran cantidad de microorganismos provenientes de la boca y el ambiente húmedo del baño. Un estudio reciente realizado por científicos peruanos de la Universidad Científica del Sur demuestra que métodos accesibles, como el uso de vinagre blanco, son altamente efectivos para eliminar bacterias como Enterococcus faecalis, conocidas por su capacidad de causar infecciones en el tracto gastrointestinal.
El trabajo, publicado en la 'International Journal of Dentistry', destaca que el vinagre blanco superó a otros métodos convencionales de desinfección, como el agua destilada y el extracto de ajo, y se posicionó como una alternativa viable frente a productos más caros, como la clorhexidina. Este hallazgo aporta nuevas posibilidades para mejorar la salud bucal sin incurrir en gastos elevados.
Cada cepillo de dientes se convierte en un hogar para miles de bacterias tras cada uso. Estas incluyen tanto microorganismos naturales de la boca como contaminantes externos que proliferan en ambientes húmedos, como el baño. La acumulación de estas bacterias no solo afecta la higiene del cepillo, sino que también puede ser un factor de riesgo para la salud oral y general, especialmente en personas con sistemas inmunitarios comprometidos.
Covid-19. Extremar la limpieza del cepillo de dientes
El estudio de la Universidad Científica del Sur evidencia la importancia de adoptar medidas regulares para desinfectar el cepillo. Aunque prácticas como el enjuague con agua son comunes, estas no eliminan los microorganismos en su totalidad. Por ello, los especialistas sugieren optar por métodos más efectivos y accesibles, como el uso de vinagre blanco, que demostró ser un agente antimicrobiano capaz de reducir significativamente la carga bacteriana.
La investigación, liderada por un equipo de estudiantes y profesores de estomatología, evaluó cinco métodos de desinfección mediante un estudio experimental in vitro. Se utilizaron 76 cepillos nuevos de dimensiones estándar, los cuales fueron contaminados deliberadamente con Enterococcus faecalis. Posteriormente, los cepillos se sumergieron durante dos horas en diferentes soluciones, incluyendo agua destilada, extracto de ajo, vinagre blanco, clorhexidina y dimetilsulfóxido.
Los resultados fueron categóricos. El agua destilada y el dimetilsulfóxido no lograron eliminar eficazmente las bacterias. El extracto de ajo mostró una capacidad moderada, mientras que el vinagre blanco, la clorhexidina y la radiación por microondas lograron reducir considerablemente los microorganismos. Entre estas opciones, el vinagre destacó por su bajo costo y disponibilidad, convirtiéndose en una alternativa práctica para el público en general.
Además, los expertos resaltaron que, aunque la clorhexidina es considerada el estándar en desinfección bucal, su precio elevado y el hecho de que su uso debe ser supervisado por profesionales limitan su accesibilidad. En contraste, el vinagre blanco ofrece una solución asequible y fácil de implementar en el hogar.
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Más allá de desinfectar el cepillo de dientes, los especialistas recomiendan adoptar hábitos integrales para garantizar una correcta higiene bucal. El cepillado debe realizarse al menos dos veces al día, idealmente después de cada comida, y cada sesión debe durar un mínimo de dos minutos. Esto permite que los componentes activos de la pasta dental actúen de manera efectiva.
El uso de hilo dental no debe considerarse opcional, ya que es fundamental para eliminar residuos en áreas inaccesibles para el cepillo. Según los expertos, esta práctica reduce significativamente el riesgo de caries y enfermedades periodontales.
Por último, los enjuagues bucales especializados pueden ser útiles en casos específicos, pero su elección debe estar supervisada por un odontólogo. Las consultas regulares son esenciales para personalizar las recomendaciones de higiene según las necesidades individuales, como la presencia de prótesis o condiciones bucales específicas.
Según los especialistas, mantener una adecuada higiene bucal requiere seguir estas prácticas fundamentales: