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Política

Rafael López Aliaga, el virtual alcalde que promete que Lima será potencia

Todo indica que la capital eligió a López Aliaga como su nuevo burgomaestre con el 26% de los votos válidos, el porcentaje más bajo en 42 años. El empresario, a lo largo de esta campaña, mantuvo su discurso ultraconservador y se perfila como una autoridad opositora al Gobierno. Sin embargo, desde que asuma su función, la ciudadanía no lo evaluará por eso, sino por sus promesas: cero hambre, delincuencia y corrupción.

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El dato. Ayer, cuando le preguntaron si se reunirá con el presidente Pedro Castillo, el nuevo alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, volvió a pedir la renuncia del mandatario. Foto: Gerardo Marín/La República

Al cierre de esta nota, ya había nuevo alcalde en la capital del Perú. Con el 100% de las actas procesadas y el 97,6% contabilizadas, Rafael López Aliaga, candidato de Renovación Popular, se coronó como el electo burgomaestre de Lima con el 26,28% de los votos válidos. El empresario, pese a ello, prefirió guardar cautela.

“Respeto lo que diga la ONPE, ya que en este caso hemos tenido personeros, cosa que no pasó en la elección pasada. Hemos tenido personeros en el 100% de las mesas, tenemos todas las actas, y ya hemos contado con todos los votos. Entonces, vamos a respetar lo que ellos digan”, manifestó a la prensa, temprano, en Miraflores.

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Urresti reconoce derrota

Matemáticamente, era imposible que alguno de sus rivales lo alcance. Daniel Urresti, postulante de Podemos Perú, quien hasta ese momento tenía el 25,37% de los votos, había reconocido su derrota desde Twitter. “Felicito al señor López Aliaga por ser elegido alcalde de Lima. Aceptamos los resultados de la ONPE sin reparos. En democracia, los limeños han elegido libremente a la persona que regirá su destino”, escribió.

“Le mando un abrazo enorme (a Urresti). Una cosa es la pelea electoral y otra cosa es gobernar Lima. Quiero contar con él, si desea”, le respondió López Aliaga. Días antes del sufragio, sin embargo, el candidato había tenido declaraciones de alto calibre contra el exministro del Interior en una entrevista con Caretas. “Donde hay corrupción, ahí está Urresti. Y siempre ha postulado a todo: a presidente, alcalde”, aseguró.

López Aliaga también aspiró a diversos cargos importantes. En los últimos tres años buscó ser congresista, presidente y alcalde.

A la tercera fue la vencida

Para las elecciones congresales del 2020, cuando tenía bajo su mando el partido Solidaridad Nacional, fundado por Luis Castañeda, sumó a sus filas a la fuerza de choque del fujimorismo —Rosa Bartra, Nelly Cuadros y Yeni Vilcatoma— y José Muñico, de La Resistencia, como aspirantes al Congreso y apeló a una retórica conservadora.

No le fue bien. Su agrupación no obtuvo ningún escaño y si no fuera porque en ese proceso no se aplicó la reforma política, SN hubiera perdido la inscripción.

Pero igual fue por más. Cambió el nombre de Solidaridad Nacional a Renovación Popular y dejó atrás el amarillo de Castañeda por el celeste, un color emblema de los movimientos profamilia y antiaborto. Con ello y un discurso antiizquierda y radical de derecha y prometiendo transformar el Perú en una potencia mundial, postuló a la presidencia.

Pero tampoco tuvo éxito. No pasó a segunda vuelta. Fue derrotado por Pedro Castillo y Keiko Fujimori. Quedó en tercer lugar, teniendo como principales nichos electorales Lambayeque y Lima.

A partir de ahí puso la mirada en la capital. Ni bien terminó la campaña del 2021, anunció su postulación a la Alcaldía de la metrópoli. Mantuvo su narrativa y trasladó su promesa presidencialista a la capital, asegurando transformar esta ciudad en una potencia mundial, sin hambre, sin delincuencia y sin corrupción. Planteó combatir la inseguridad ciudadana alquilando 10.000 motos e implementar una comisaría mayor, con la presencia del Poder Judicial, la Fiscalía y un peritaje de 24 horas.

Propuso además construir playas artificiales en distritos pobres, donde ni siquiera hay agua potable. Afirmó que construirá el tren central del Callao a Chosica y un teleférico, y que ampliará el Metropolitano en la zona norte. Además, anunció un shock de inversiones de mil millones de dólares y negociar el precio de los peajes.

Esta vez le fue bien. Ganó. Aunque su 26,28% lo convierte en el alcalde con menos votos obtenidos en los últimos 42 años. En 2018, Jorge Muñoz, de Acción Popular, obtuvo el 35% de los votos. En 2014, Luis Castañeda, el 50,7% y en 2010, Susana Villarán el 38,4%.

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Para Iván Lanegra, secretario de Transparencia, “una autoridad no es menos legítima por ser electa con un porcentaje de votos menor, como ocurre en muchas municipalidades, incluso Lima. La legitimidad surge de ganar las elecciones en democracia. Luego, una autoridad puede minar su legitimidad si en su gestión actúa por fuera de la ley”.

Se niega a dialogar

Es incierto si el nuevo alcalde podrá cumplir todo lo que prometió en cuatro años. Sus propuestas requieren del trabajo conjunto con los gobiernos locales y el central. Pero López Aliaga aún sigue confrontando al presidente Pedro Castillo.

“Que se asile en un país para que no lo persigan y que nos deje el país en paz. Y que haya un presidente de consenso”, exhortó. Aseguró también que no se reunirá con el mandatario para coordinar los proyectos. “No se puede, estructuralmente es imposible. Por el destrozo que ha hecho de la economía peruana”, afirmó.

Minutos después de esas declaraciones, el presidente Pedro Castillo, desde Bagua Grande, aprovechó la situación para convocar a las nuevas autoridades.

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“El Gobierno tiene plena disposición para trabajar juntos. La población no come discursos, no se alimenta de ideologías o críticas, el pueblo necesita tener un centavo en el bolsillo”, expresó. El jefe del Estado anunció que convocará a los alcaldes y gobernadores electos a una reunión en Palacio para discutir sus planes de trabajo.

El ministro de Vivienda, César Paniagua, también mostró la misma disposición. “Reitero la política de puertas abiertas del Ministerio en esta etapa de transición, tanto para las autoridades salientes como para las nuevas autoridades, para informarles qué proyectos tienen en cartera, qué visiones se tienen y qué correcciones se pueden hacer a estos proyectos en marcha”, manifestó durante su visita al Cusco. Las puertas están abiertas en Palacio.

Sus regidores

A partir del 2 de enero del próximo año, Renovación Popular dirigirá la comuna con un equipo de 21 regidores. Entre ellos se encuentran Renzo Reggiardo, excandidato presidencial con Perú Patria Segura y virtual teniente alcalde.

También está la excongresista de Unidad Nacional Fabiola Morales, quien fue investigada en la Comisión de Ética por impulsar un proyecto de ley que favorecía la continuidad de PeruRail, empresa donde es accionista López Aliaga, en Machu Picchu; Julio Gagó, jefe de campaña de Renovación Popular, quien cobró medio millón de soles a este partido con dinero de financiamiento público a cambio de una consultoría; y Ahura Rocha Salazar, exregidora en la primera gestión de Luis Castañeda.

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El equipo también está conformado por el electo regidor José Manuel Tisoc, exdirector de la Policía Nacional en el gobierno de Alejandro Toledo; María del Rosario Payet, nieta del fundador del PPC, Luis Bedoya, y expresidenta de la comisión que investigó Línea Amarilla y Rutas de Lima; María José Marcet Yarrow, hija de la congresista Norma Yarrow; y Deborah Carmen Inga, excandidata al Congreso.

Lima ha optado por estos representantes. Son autoridades legítimas, como señala Lanegra, pero su aprobación entre los capitalinos dependerá de las promesas que cumplan. Una historia es la campaña, donde abundan las propuestas, y otra la gestión pública. López Aliaga ha asegurado tener la fórmula para resolver las principales necesidades. A partir del 2022 le tocará demostrarlo con hechos.

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Resultados

Apoyo. En los distritos donde Rafael López Aliaga obtuvo más votos fue en San Juan de Lurigancho, con 110.459, y en Santiago de Surco, con 102.122.

Poco respaldo. Los distritos con menos ciudadanos a favor de Rafael López Aliaga son Miraflores, con 44.399; Villa El Salvador, con 43.285 y San Miguel, con 41.140.