Congreso: Fujimorismo y aliados apuran reforma contra los órganos electorales

La independencia de los organismos electorales incomoda. Los grupos políticos con presencia en el Congreso no pudieron influir en las decisiones del Jurado Nacional de Elecciones (JNE) y ahora pretenden modificar la Constitución para habilitar márgenes de control en dicho organismo electoral. 

La reforma es apurada por la Comisión de Constitución, que preside la bancada Fuerza Popular, con Fernando Rospigliosi. Este grupo de trabajo aprobó ayer un dictamen de reforma para que la presidencia del JNE no sea asumida directamente por un juez del Poder Judicial, tal como ocurre actualmente.

En adelante, el presidente del JNE sería elegido entre los cinco miembros del pleno de dicho organismo. Bajo este criterio que impulsa el Congreso, podrían asumir la conducción del JNE los representantes de las universidades públicas o privadas, con la posibilidad de que los partidos puedan tener mayores opciones de control o manipulación.

La reforma aprobada implica la modificación del artículo 179 de la Constitución. “El presidente del JNE es elegido de entre los miembros del pleno por un periodo de dos años. No hay reelección en el cargo”, se lee en el texto dictaminado.

La Carta Magna actualmente establece que la presidencia del JNE recae automáticamente en el representante de la Corte Suprema, situación que hasta el momento ha sido garantía de independencia.

Adicionalmente, el grupo de Constitución ha incluido en el dictamen cambios a los artículos 182 y 183 de la Carta Magna, para evitar la reelección de los titulares de la ONPE y Reniec.

Tal decisión es adoptada luego del fracaso del Congreso en su intento por controlar la Junta Nacional de Justicia (JNJ), en circunstancias previas a la ratificación de Piero Corvetto (ONPE) y Carmen Velarde (Reniec).

La organización civil Transparencia ha alertado que este dictamen “representa un golpe a la autonomía y capacidad institucional de los tres organismos electorales”.

Según esta organización, el cambio para que el presidente del JNE sea elegido entre los miembros del pleno “abre la puerta a la falta de imparcialidad y el conflicto de interés por parte de los plenarios que no necesariamente guardan independencia y autonomía del poder político y económico que un juez supremo”.

Sin opiniones técnicas

El dictamen fue aprobado ayer sin contar mínimamente con las opiniones técnicas de los organismos especializados. Es decir, Rospigliosi evitó cursar documentos a entes especializados como el mismo JNE o el Poder Judicial u otros actores de la sociedad civil para analizar mejor la propuesta.

El proyecto de ley, de autoría de Elizabeth Medina (Bloque Magisterial), fue presentado el 3 de octubre y ayer ya fue aprobado el dictamen. El paso siguiente es el voto en el Pleno.

La sesión del grupo de Constitución tampoco dio lugar a un mínimo debate. Solo intervinieron José Balcázar y Luis Aragón para apoyar la reforma. Ruth Luque se opuso. Y Gladys Echaíz hizo cuestionamientos, pero al final votó a favor.

La falta de seriedad, a pesar de la trascendencia de esta reforma constitucional, se reflejó también en el voto en remoto de los legisladores. De los 21 parlamentarios que votaron a favor, 16 lo hicieron en forma virtual o a través del chat.